tag:blogger.com,1999:blog-28588803323415054052024-03-14T04:18:16.219+01:00TU CITA DE LOS MARTESJavier CánavesJavier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comBlogger745125tag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-13637232410745097022022-01-08T10:05:00.001+01:002022-01-08T10:05:45.359+01:00Taller de escritura: sinopsis + propuesta editorial<p><u style="text-align: justify;"></u></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><u style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEioE9pIIB-Qm9gkghDbDzATcflKwq_xA6DcUJ-P5VY_Y3rurf4qa3bVMsncK5-C4mnpU4UUaUUEvzz3dWydzdmROydTXGBPL4M0pkCZCecO-IlckyLr5yUhyljzsUsvmSgemPn8BeNxkKvr5u1lQWPY8GH4VODwDbYqfUHI6CsCXH4p_AcqtKg-bw2p=s1785" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1785" data-original-width="1117" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEioE9pIIB-Qm9gkghDbDzATcflKwq_xA6DcUJ-P5VY_Y3rurf4qa3bVMsncK5-C4mnpU4UUaUUEvzz3dWydzdmROydTXGBPL4M0pkCZCecO-IlckyLr5yUhyljzsUsvmSgemPn8BeNxkKvr5u1lQWPY8GH4VODwDbYqfUHI6CsCXH4p_AcqtKg-bw2p=s320" width="200" /></a></u></div><u style="text-align: justify;"><br /><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></u><p></p><p><u style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Sinopsis</span></u><span style="font-size: 12pt; text-align: justify;">:</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt;">Un día del mes de julio, Santi Biza
recibe la visita de un viejo amigo que le propone hacerse cargo de un taller de
escritura creativa. Biza acepta sin sospechar que ese taller pondrá su vida
patas arriba. En él confluirán un antiguo compañero universitario con el que
años atrás tuvo un encontronazo a causa de una mujer, un clown con problemas de
ansiedad incapaz de escribir dos frases seguidas con un mínimo de sentido, una
mujer callada poseedora de unos ojos capaces de irradiar una luz oscura
bastante inquietante, perpetradora de unos relatos realmente terroríficos, una
adolescente cuyos padres la obligaron a apuntarse al taller para tratar así de
encauzar su aptitud innata para la mentira y tres jubiladas con mucho tiempo
libre y poca pericia literaria. A este elenco de personajes, hay que añadir a
la agresiva y desequilibrada Silvia, conserje del Centro Cultural Resistencias,
lugar en el que se imparte el taller de escritura.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt;">Tres meses después de iniciarse el taller,
Santi Biza empieza a recibir mensajes anónimos intimidatorios. Cualquiera de
sus alumnos podría estar detrás de ellos. Esos mensajes consiguen que asuntos
del pasado que Biza creía superados regresen al presente. No, Biza no fue
ningún santo, pero ya ha pasado mucho tiempo de los salvajes años noventa. Los
mensajes no cejan y ponen en jaque la integridad mental del protagonista. Llega
un momento en que el profesor teme por su vida y por la de su familia. Es
necesario intentar desenmascarar al acosador. ¿Será capaz de hacerlo antes de
que esos mensajes arruinen la vida más o menos perfecta que Biza creía haber
conquistado?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><u style="text-align: left;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Propuesta editorial</span></u><span style="font-size: 12pt; text-align: left;">:</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12pt; text-align: justify;">Creo que fue Bolaño el que dijo que
toda novela debería escribirse como si fuera un policial, aunque no fuera un
policial. Esta propuesta responde a esta idea. Por un lado, hay intriga,
tensión narrativa que va en aumento a media que nos acercamos al clímax. ¿Quién
es el autor de los mensajes intimidatorios? ¿Por qué lo hace? ¿Qué tiene contra
el protagonista? Por otro lado, la novela busca ser un ejercicio práctico de
cómo escribir una novela. Ahí están el planteamiento, nudo y desenlace, sus
puntos de giro, su clímax, en fin, todas esas cosas que se ven en los talleres
de escritura. Así, en última instancia, la novela funciona como reflexión sobre
el hecho de escribir ficción. ¿Es posible enseñar a escribir? ¿Sirven de algo
los talleres? Pero sin perder de vista en ningún momento que lo verdaderamente
importante, más allá de la reflexión que provoque el relato, es el relato
mismo, los mecanismos que hacen que su lectura no resulte aburrida.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></p>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-33592317691100507312021-12-08T14:39:00.002+01:002021-12-08T14:39:54.621+01:00Taller de escritura (novela)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-U40BkK7oRik/YbCyxltFTzI/AAAAAAAAChM/3Q5Dv6CkQX8DvE97K7zgLg_zVf_9XgrmQCNcBGAsYHQ/s2048/20211202_172713.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="300" src="https://1.bp.blogspot.com/-U40BkK7oRik/YbCyxltFTzI/AAAAAAAAChM/3Q5Dv6CkQX8DvE97K7zgLg_zVf_9XgrmQCNcBGAsYHQ/w400-h300/20211202_172713.jpg" width="400" /></a></div><br /><p></p><p>Ya
está aquí. La tengo a mi lado mientras tecleo estas palabras. Se titula <i>Taller
de escritura</i> y es hermosa. No puedo dejar de mirarla, de tocarla. Me gusta
todo de ella: su color, su tacto, pero lo que más me gusta es su interior, tan
oscuro y luminoso a la vez. Estamos en esa fase, tenéis que comprenderlo. La
acaricio, la abro al azar y leo alguno de sus párrafos. Sé que un día nos
aburriremos el uno del otro, pero no ahora, aún queda mucho para eso. Ahora es
el enamoramiento, es deciros que ya está aquí y que os espera. Ojalá le deis
una oportunidad.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">Se
puede adquirir en los puntos habituales de venta.</p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal">Y
ahora tengo que dejaros para seguir toqueteándola. Es un vicio.</p><p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal">https://www.agapea.com/Javier-Canaves/Taller-de-escritura-9788483595497-i.htm </p><p class="MsoNormal">https://www.todostuslibros.com/libros/taller-de-escritura_978-84-8359-549-7 </p><p class="MsoNormal">https://www.libreriacanaima.com/libro/taller-de-escritura_611194 </p><p class="MsoNormal">https://www.popularlibros.com/libro/taller-de-escritura_1112451 </p><p class="MsoNormal">https://www.buscalibre.es/libro-taller-de-escritura/9788483595497/p/53788804 </p><p class="MsoNormal">https://www.libreriabahiadeletras.es/es/libro/taller-de-escritura_L220030065 </p><p class="MsoNormal">Etc. </p><p class="MsoNormal"><br /></p>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-14196906831551789912021-11-28T17:50:00.001+01:002021-11-28T17:51:43.299+01:00Uno va dejando un rastro prácticamente invisible. Últimos articulillos publicados<p> <span style="font-size: medium;">Dejo aquí el enlace a mis <a href="https://www.ultimahora.es/autor/javier-canaves.html" target="_blank"><span style="color: #3d85c6; font-family: verdana;">últimos artículos publicado</span>s</a> en Ultima Hora. </span></p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-wgYAZRYGZDo/YaOzJiM3TxI/AAAAAAAAChA/38UfEAM0jIkbWTakuZx948bbsTVZO9N4gCLcBGAsYHQ/s2048/IMG_20161223_150627_972.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="2048" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-wgYAZRYGZDo/YaOzJiM3TxI/AAAAAAAAChA/38UfEAM0jIkbWTakuZx948bbsTVZO9N4gCLcBGAsYHQ/s320/IMG_20161223_150627_972.jpg" width="320" /></a></div><br /><p><br /></p>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-52602548810609364072021-09-09T17:13:00.000+02:002021-09-09T17:13:10.669+02:00Agosto. 2 articulillos<p> <table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-0ijZ--RqSqM/YTojlIrPZMI/AAAAAAAACgg/U9UCVntnqMgb-QCAONYAfT0D7OrujB6DACLcBGAsYHQ/s2048/IMG_20210825_154513_650.webp" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1825" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-0ijZ--RqSqM/YTojlIrPZMI/AAAAAAAACgg/U9UCVntnqMgb-QCAONYAfT0D7OrujB6DACLcBGAsYHQ/w356-h400/IMG_20210825_154513_650.webp" width="356" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">UH, 24/08/21</td></tr></tbody></table><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-dFsyqUxjguo/YTojlqZwkRI/AAAAAAAACgk/og-5l5qKzz48nNQO3CIHclzm5lx7j1TiACLcBGAsYHQ/s2048/IMG_20210812_161523_284.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1741" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-dFsyqUxjguo/YTojlqZwkRI/AAAAAAAACgk/og-5l5qKzz48nNQO3CIHclzm5lx7j1TiACLcBGAsYHQ/w340-h400/IMG_20210812_161523_284.jpg" width="340" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">UH, 10/08/21</td></tr></tbody></table><br /></p>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-19991553650120811782021-08-15T11:03:00.006+02:002021-08-15T11:03:39.900+02:00Julio. Dos articulillos<p> <b><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">La caza</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Hemos quedado para cenar. Somos un
grupo de cuatro amigos. Nos encontramos en las mesas exteriores de un
restaurante situado en una zona popular de Palma. De pronto, nos percatamos de
que una cucaracha se aproxima a nuestra mesa. No es agradable, mientras cenas,
tener correteando entre tus pies una cucaracha. Para deshacernos del molesto
invitado, doy una patada al suelo. El bicho capta la indirecta y decide
retroceder. Llega hasta uno de los árboles que hay en la acera. Se detiene.
Parece dudar. Entonces, de la nada, para sorpresa de los que observamos la
escena, aparece una salamandra no mucho mayor que la cucaracha y, de un bocado,
apresa al insecto y se lo lleva a su escondrijo. Ha sido un visto y no visto.
Hay gente que organiza safaris para ver este tipo de cosas. El salvajismo de la
escena contrasta con la pulcritud de la caza. No hay gritos, no hay sangre,
solo un estar y, acto seguido, dejar de estar. Capacidad de sorpresa, precisión
y elegancia. Así el juego de los mejores equipos. Una buena fórmula para cualquier
novelista. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-spacerun: yes;">13.07.21</span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-spacerun: yes;">*</span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Días perfectos <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left;"><span style="font-size: 12pt;">Libros
del Asteroide ha publicado una de las novelas de lo que va de año. Se trata de </span><i style="font-size: 12pt;">Los días perfectos</i><span style="font-size: 12pt;">, de Jacobo
Bergareche. Es una novela que habla del tedio, de los efectos del paso del
tiempo en la vida de las parejas. También es, por supuesto, una impugnación al
matrimonio. Se dice en ella que la muerte no separa a los cónyuges, sino que
los une para siempre. Según Bergareche, en la ceremonia, en vez de eso de
“hasta que la muerte nos separe”, debería decirse “hasta que el tedio nos
separe”. También podría decirse que la novela es un tratado de la pasión como
patología. Y de banda sonora: Faulkner, Neil Young, Lou Reed, los Rolling… Un
libro incómodo, que a veces duele, sobre todo si estás casado hace años y tienes
hijos. Pero también un libro hermoso, divertido, luminoso, que sabe hurgar en
la herida y sabe extraer poesía de ahí de donde solo piensas que pueda salir
óxido. Y, con todo, un libro sobre la apuesta insensata y maravillosa que es la
vida en pareja. Con su montón de días anodinos, grises, a veces incluso
asfixiantes, y esos pocos días perfectos que nos ayudan a seguir adelante, un
poco más. No se la pierdan.</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: 12pt;">27/07/21</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p><span style="mso-spacerun: yes;"></span><p></p>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-32004222952330832582021-06-30T17:08:00.001+02:002021-06-30T17:09:11.206+02:00Junio. 3 articulillos<p> </p><p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Edades<o:p></o:p></span></b></p><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">La
otra mañana, en el coche, Sofía me dijo que la mejor etapa de la vida era la
que iba de los cero a los diez años. ¿Ah, sí?, respondí. ¿Y cómo es eso? Es que
cuando tienes la edad de los abuelitos, me explicó mi hija, que tiene siete
años, siempre te duelen los huesos y ya no puedes moverte con agilidad y
prefieres pasar la tarde sentada, frente a la tele. Cuando eres madre o padre,
prosiguió, tienes que estar pendiente de muchas cosas, cosas de la casa y del
trabajo, y nunca paras y eso es muy estresante. Y cuando llegas a la edad del
pavo, te vuelves un poquito loca y, además, te distancias un poco de los padres
y eso no me gusta, me da pena. Yo le sonreí a través del espejo retrovisor
interior y le dije que hay muchas formas de estar unidos y que disfrutara de
todas las etapas de la vida porque todas tenían sus cosas buenas y tal. Como
padre, no sé, pero como coach motivacional experto en crecimiento y
autoconocimiento tengo futuro, ¿no?</span><p></p><p><span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">UH, 01/06/21</span></p><p><span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></p><p><span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><b><i><span style="font-size: 16pt; line-height: 107%;"></span></i></b></span></p><blockquote><p><span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><b><i><span style="font-size: 16pt; line-height: 107%;">Ciutat
30</span></i></b></span></p><p><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">Lo
intentamos, sí, pero resulta muy difícil circular a 30 km/h. Los coches no
están hechos para ir a esta velocidad, la vida que llevamos no está hecha para
los 30 km/h. Es como afrontar la final de los 100 metros lisos con la
mentalidad de un paseante. Vivimos una vida acelerada y los paseos los reservamos
para los sábados y domingos. Al salir del trabajo tengo que pasarme por casa de
mis padres para recoger a mi hija y llevarla a una de las extraescolares que
realiza. De ahí tengo que irme a casa, cambiarme de ropa y salir para el taller
de escritura que imparto. Finalizado el taller, tengo que volver a casa y
ponerme con la cena o el baño de la niña. Hoy en día las parejas se van
turnando para intentar llegar a todo. Tenemos la vida plagada de reuniones,
horas extra y citas con el pediatra. Y hay que pasar la ITV, ir al dentista, al
gimnasio, al psicólogo, al despacho de nuestro asesor fiscal. Sin que te des
cuenta, el pie pisa el acelerador. Hay que estar muy concentrado para ir a 30
km/h. Ser una <i>ciutat 30</i> en una vida a
120 no deja de ser un contrasentido. Pero lo intentaremos. Entendemos los
motivos y lo intentaremos. Eso sí, alguna multa caerá. Seguro.</span></p><p><span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><span style="font-size: 14.6667px;">UH, 15/06/21</span></span></p></blockquote><p><span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><span style="font-size: 14.6667px;"></span></span></p><p><span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><span style="font-size: 14.6667px;"><br /></span></span></p><p><b><span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 16.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">Reunirse</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Hay gente cuyo trabajo consiste
básicamente en reunirse. Y no se crean, no todo el mundo puede pasarse el día
entero de reunión en reunión. Se necesitan muchas tablas para estar ahí hora
tras hora y no parecer un elemento más de la decoración de la sala. Van pasando
frente a tus ojos temas diversos, caras de interlocutores, salas de reuniones,
plataformas digitales, tazas de cafés, chistes más que sobados… y tú ahí, con
tu sonrisa, asintiendo, aportando un nuevo punto de vista, matizando,
planificando una nueva reunión para aclarar o profundizar en ese punto que no
estaba sobre la mesa, en el orden del día. Créanme, hay que ser muy bueno y
tener muchas tablas y mucho oficio para no perder la cabeza, para parecer un
tipo coherente, sensato, informado. Sirva esto de homenaje a aquellos hombres y
mujeres cuyo trabajo consiste en reunirse a todas horas. La supervivencia de
nuestra civilización recae sobre sus hombros. Y ahora tengo que dejarles, me
esperan en una nueva reunión. En un par de martes me tienen de vuelta.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">UH, 29/06/21 <o:p></o:p></p><p><span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></p>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-31946014049909542152021-05-23T18:18:00.000+02:002021-05-23T18:18:29.048+02:00Que me la metan doblada<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-IMZZbdBzrMw/YKp_rHGnM0I/AAAAAAAACe8/1AZp6pp5fUIMzPrxHDdwbAJzvH42XqSvgCLcBGAsYHQ/s2048/Art.%2BUH%2B18.05.21.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1482" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-IMZZbdBzrMw/YKp_rHGnM0I/AAAAAAAACe8/1AZp6pp5fUIMzPrxHDdwbAJzvH42XqSvgCLcBGAsYHQ/w464-h640/Art.%2BUH%2B18.05.21.jpg" width="464" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">ÚLTIMA HORA, 18/05/21</div><br /><p></p>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-73697150753269968402021-05-16T20:50:00.007+02:002021-05-16T20:56:53.241+02:00De uno en uno<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-ffL-Tmv_BCo/YKFos6QIs6I/AAAAAAAACe0/ZDnh63OIrrICRyxy4mAjAU3sq8cSHlSfQCLcBGAsYHQ/s2048/De%2Buno%2Ben%2Buno.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-ffL-Tmv_BCo/YKFos6QIs6I/AAAAAAAACe0/ZDnh63OIrrICRyxy4mAjAU3sq8cSHlSfQCLcBGAsYHQ/w480-h640/De%2Buno%2Ben%2Buno.jpg" width="480" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">ULTIMA HORA, 23.03.21</div><br /><p></p>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-8624117101269102862021-05-01T09:29:00.000+02:002021-05-01T09:29:02.681+02:00¿De qué va esto de escribir poesía? Un ejemplo práctico<p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><blockquote>Estamos los tres en la cama
—mi<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mujer, nuestra hija y yo— cuando, de
repente, Sofía anuncia que acaba de inventar un poema. «¿En serio?», pregunto.
Y sin que se lo pida empieza a recitarlo: «La noche está aquí, el día llegó. En
este lugar se escucha mi voz». «Qué bueno», la felicito. «Es hermoso», dice mi
mujer. Pero después añade: «¿No has querido decir que la noche <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ya no está</i> aquí?». «No», replica Sofía,
«el poema empieza diciendo que la noche está aquí». «Pero si la noche está
aquí, ¿cómo puede llegar el día?». Nuestra hija no tiene respuesta a esa
pregunta. Entonces intervengo yo: «Es posible porque se trata de un poema». Y continúo:
«La poesía no va de decir lo que ya sabemos, el poema que nos cuenta que hay
luz durante el día y oscuridad cuando es de noche es un poema que no nos dice
nada, un mal poema». Las dos se desentienden de mis explicaciones, pero yo me
quedo un rato más pensando en lo que acabo de decir. Que la voz de uno sólo se
pueda escuchar cuando el día y la noche confluyen habla de lo difícil que
resulta alzar la voz propia. A veces, la poesía desciende quién sabe de dónde y
brota de quién menos lo esperamos. Después —y esto ya es el oficio— hay que
pulir ese chispazo inaugural. Pero sí, la poesía consiste en decir «la noche
está aquí y el día llegó». Lo otro es mera redacción.</blockquote><o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Artículo publicado en Ultima Hora el pasado 9 de marzo bajo el título «La noche está aquí». </p>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-7630393933785888652021-02-14T22:27:00.000+01:002021-02-14T22:27:03.062+01:00Primeros artículos 2021<p><b style="text-align: justify;"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></b></p><p><b style="text-align: justify;"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Aguacates verdes [09.02.21]</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">Este texto nace en domingo, en un documento Word de mi portátil. De
ahí viaja por la red de comunicación electrónica hasta un servidor de correo,
que lo reenvía a una de las bandejas de entrada del diario Ultima Hora. En sus
instalaciones, las palabras que ahora brillan en mi pantalla se convierten en
tinta impresa sobre papel periódico. Entonces llega el martes y, después de
desayunar, salgo de casa y me acerco al quiosco y me compro el diario. Lo abro
por la página que contiene este artículo y le saco una foto. Unos días después,
subo la foto a Instagram y Facebook. La imagen que contiene estas palabras
recibe diez, veinte, a veces incluso treinta <i>Me gusta</i>. Los pulgares hacia arriba son símbolo de aprobación. Eso
reconforta, hace que nos sintamos parte de la comunidad. Pero eso también
contiene un peligro. En el confort, en la aceptación, no se producen cambios,
uno fácilmente acaba sonando como la <i>playlist</i>
de un niño de seis años. Y eso es aburrido. Nada como un puñetazo para
activarnos y devolvernos a la vida. Por lo demás, es posible que la página que
contiene este artículo termine envolviendo un aguacate que necesita madurar.
Todos hemos sido aguacates verdes. </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">La ley de la selva [26.01.21]<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El sábado por la noche vimos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El libro de la selva</i>, la película de
Disney inspirada en los cuentos de Rudyard Kipling. En varios momentos de la
película, los animales recitan lo que ellos llaman la ley de la selva: «La ley
de la Selva es tan antigua y natural como el cielo, cuando un lobo la cumple
prospera y cuando la quiebra muere, el lobo es la fuerza de la manada y la
manada es la fuerza del lobo». O de un modo más <i style="mso-bidi-font-style: normal;">marketiniano</i>: solo unidos podremos subsistir. ¿Quién puede
resistirse a un buen endecasílabo? A lo que iba. Fue escuchar la ley, recitada
por unos lobos, y pensar en los retos que la humanidad va a tener que afrontar,
y perdonen la grandilocuencia. Ante retos globales, solo una acción global,
consensuada, puede resultar eficiente. ¿Acaso la pandemia actual no nos lo ha
enseñado? Dar respuestas individuales a un mal común es una mala estrategia. Y
es mala porque no es efectiva, porque lo único que hace es prolongar el
problema en el tiempo. Dicen que pensar en el largo plazo es un lujo que los
gobiernos, pendientes de las encuestas, no se pueden permitir. Pero no se trata
de un lujo, qué va, ni siquiera de sentido común. A estas alturas, es cuestión
de supervivencia. Háganles caso a los lobos, ellos saben. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Decadencia [12.01.21]</span></b></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Nevadas al margen, ahora todos
hablamos de Donald Trump. Se dice que el trumpismo busca dinamitar la
democracia y para eso crea realidades paralelas sin matices, emotivas, fáciles
de digerir y, sobre todo, fáciles de defender: una bandera y un eslogan son
suficientes. O comulgas con el discurso del líder, o pasas automáticamente a
las filas del enemigo. Pero el mandatario de Nueva York no ha inventado nada,
no alcanzó la presidencia para cambiar la realidad. Cuando accedió al trono, la
realidad ya había cambiado. Digamos que Trump es el resultado de esa realidad alterada,
un fruto grande, vistoso, en el árbol más importante del jardín. El populismo
venía de antes y es reflejo de la decadencia de nuestra sociedad. ¿Y cuándo se
inició la decadencia en Occidente? Hay quienes dicen que empezó en la década de
los noventa del pasado siglo y eclosionó entre 2004 y 2006. Desde entonces,
nuestra incapacidad para comprender y aceptar todos los cambios que alteran el
mundo y la proliferación de charlatanes que pretenden sacar rédito de todos
nuestros miedos nos hace desear líderes fuertes, que simplifiquen las cosas y
nos señalen el enemigo. Un culpable claro y un himno bajo el que desfilar hacia
la promesa de una sociedad mejor, más segura, eso es todo lo que queremos. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p></p>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-24394022313607991212021-01-24T19:06:00.002+01:002021-01-24T19:06:30.115+01:00Últimos artículos 2020<p> </p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Manos (15/12/20)</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Junto mis manos. Como cuando de
niño rezaba. Como cuando con ellas construía un telescopio con el que explorar
el cielo. O como cuando hace frío y con tus manos creas un pequeño cuenco y soplas
aire caliente en su interior. Contemplo mis manos. Nunca antes las miré tanto,
nunca fueron tan sospechosas. Las manos se hicieron para tocar y agarrar, para
llevarse los alimentos a la boca. Unas manos escrupulosamente limpias siempre
despertaron desconfianza. Alguien que no quiere mancharse las manos, alguien
que prefiere que el trabajo sucio lo hagan otros. Las manchas de la edad
merecen respeto. Las uñas con tierra son sinónimo de niños jugando al aire
libre. Las manos llenas de grasa después de comer o reparar un motor son manos
satisfechas, útiles, honradas. Del amor se sale con las manos pringosas. Tocar
es peligroso, pero no hacerlo es morir. Es necesario lavarse las manos porque
es necesario manchárselas. Amasar, dar forma, hundirlas en la tierra, en el
mar. Las manos de las personas que más queremos, ese calor tan necesario. Nunca
antes nos lavamos tanto las manos y, sin embargo, nunca fue más fuerte la
sensación de que muchos andan con las manos sucias. Y no sucias de grasa, de
tierra o de sudor. Hablamos de otro tipo de suciedad, esa que apenas deja
rastro. <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">El enemigo (29/12/20)</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pienso en esas personas que se
sentirán desnudas si no salen a la calle con la mascarilla puesta. Hablo de
cuando la pesadilla actual haya pasado y podamos volver a hablar de asuntos que
no tengan que ver con restricciones de movimientos o recuentos macabros. Hablo
de cuando podamos reanudar nuestra vida en las aceras y los locales de las
ciudades sobrepobladas. ¿Alguien se ha parado un segundo a pensar en esas
personas? ¿Les inventaremos un síndrome? ¿O simplemente los llamaremos
prudentes? ¿Sabremos ser comprensivos o nos reiremos de su obsesión o exceso de
celo? ¿Llegaremos a ver carteles en las puertas de los bares en los que se
prohíba el uso de mascarillas? ¿Cómo actuaremos con esos desconfiados? No
faltarán quienes los comparen con esos soldados japoneses que, finalizada la II
Guerra Mundial, decidieron no rendirse y deambularon durante años por las
colinas filipinas. Años vagando por la espesura de la selva, con el fusil
cargado. ¿Acaso no hemos abusado del argot bélico para hablar de cómo actuar
frente a la pandemia? ¿Acaso no nos están advirtiendo de que la vacuna no será más
que un breve paréntesis mientras esperamos el siguiente ataque? Y a todo esto:
¿sabemos ya la identidad del enemigo? <o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-52786643159406315092020-12-18T13:29:00.000+01:002020-12-18T13:29:44.340+01:00Héroes y villanos <p><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; font-size: large; text-align: left;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-a0sx9cdtjFw/X9UPAIgycRI/AAAAAAAACdQ/p4VvJRprM881z0qWAAqhBHHze5MPN87CgCLcBGAsYHQ/s1024/Maradona-1024x592.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="592" data-original-width="1024" height="273" src="https://1.bp.blogspot.com/-a0sx9cdtjFw/X9UPAIgycRI/AAAAAAAACdQ/p4VvJRprM881z0qWAAqhBHHze5MPN87CgCLcBGAsYHQ/w472-h273/Maradona-1024x592.jpg" width="472" /></a></div><p><span style="font-size: large;">O</span><span style="font-size: medium;">curre
que a las celebridades, a los famosos y famosas de turno, no los concebimos
como personas reales, de carne y hueso, sino como personajes de ficción, seres
como de otro mundo, a los que idolatrar o destripar sin mayor problema, como
parte del espectáculo. En la ficción, es posible desear que tipos como Chigurh
(Javier Bardem en </span><i style="font-size: large;">No es país para viejos</i><span style="font-size: medium;">)
o Hannibal Lecter (Anthony Hopkins en </span><i style="font-size: large;">El
silencio de los corderos</i><span style="font-size: medium;">) se salgan con la suya, aunque eso suponga un buen
puñado de cadáveres. ¿Acaso no nos descojonamos de la risa cuando Vincent y
Jules (John Travolta y Samuel L. Jackson en </span><i style="font-size: large;">Pulp
Fiction</i><span style="font-size: medium;">) la emprenden a tiros con aquellos jovencitos que han querido
estafar a Marsellus Wallace? Y es que a los personajes de ficción –y las
celebridades son como personajes de ficción– somos capaces de perdonárselo todo,
los amamos sin que nada (una cobardía, un mal aliento, una respuesta inapropiada)
se interponga entre nosotros y ese amor. Del mismo modo, somos capaces de
desearles el peor de los finales sin un atisbo de duda, de manera sumaria. Son
nuestros héroes y villanos, nuestro baño de espuma y nuestro saco de box. ¿Cómo
no ser indulgentes con aquellos que fueron capaces de arrancarnos de nuestras
miserias por unos momentos? A ellos los podemos idolatrar (o reventar) sin
cargo de conciencia, como si no fueran personas mundanas con sus luces y
sombras.</span></p><p></p><p>ULTIMA HORA, 01/12/20 <br /></p><p><br /></p>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-52783969129804156862020-12-12T19:34:00.000+01:002020-12-12T19:34:49.344+01:00Septiembre, octubre y noviembre. 6 articulillos<p></p><p class="MsoNormal" dir="rtl" style="text-align: right;"><b><span style="font-size: 16pt; line-height: 107%;"></span></b></p><p> <b><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;">L</span></span><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">ibrería: </span></b>En ocasiones, me
planto frente a la librería y recorro con la mirada los lomos apretujados, sin
distancia de seguridad, que descansan en ella. En ocasiones, agarro uno de esos
libros y empiezo a leer. Me parece fascinante que una tecnología tan rudimentaria,
tan antigua, sea capaz de albergar tanto en su interior. Esta tarde, por
ejemplo, alcancé <i>Sostiene Pereira</i>, de
Antonio Tabucchi, y lo abrí por la primera página. Calculo que leí esta novela
cuando era un estudiante de derecho. Ha llovido mucho, como suele decirse. Ha
sido adentrarme en los primeros párrafos y sentir cómo ese mundo dormido,
aprisionado en esas páginas, empezaba a cobrar vida. Ahí estaba el católico
Pereira, en la redacción del Lisboa, aburrido, despotricando contra la idea de
la resurrección de la carne, concertando una cita con Francesco Monteiro Rossi,
licenciado en filosofía. ¿No es un arranque magnífico? Una llamada inesperada
fruto de la casualidad, una cita con un desconocido. Acto seguido, he cerrado
el libro y lo he devuelto a su lugar. En ocasiones, con esto me basta. En
ocasiones, no me queda más remedio que abrir un documento Word y empezar a
teclear. ULTIMA HORA, 17/11/20</p><p><br /></p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p><blockquote style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: 16pt; line-height: 107%;"><i><span style="background-color: #444444; color: white;">Fases de la escalada</span></i>: </span></b>Todo
empieza con restricciones a la movilidad por zonas, algo tan efectivo para
prevenir o curar la covid-19 como añadir pimiento picante a la sopa. Se pasa,
después, a los famosos cierres perimetrales, que se parecen mucho a las medidas
desesperadas que tomas cuando empiezas a intuir que todo está perdido, que en breve
van a cerrar la discoteca y aún no le has dicho nada a la chica que te gusta, y
mira que llevas cuatro horas pensándotelo, y te pides una última copa y te la
bebes de un trago y vas directo a la pista y cuando estás por decirle «hola,
qué tal» se encienden todas las luces y se te queda cara de tonto, la misma que
se nos está poniendo a todos a fuerza de no entender nada de lo que pasa. Sí,
ya sé, un mal ejemplo, poco adecuado a esta nueva normalidad. Pero sigamos.
Tras el cierre perimetral, llega el tan agotador confinamiento, que tanta
creatividad nos exige y que obra el milagro de hacernos añorar nuestro antiguo
trabajo. Pero la cosa no acaba aquí. Tras el confinamiento llega la extinción
masiva, en fin, nada que no se supere con un poco de tiempo. Dicen que la
Tierra ya ha vivido cinco o seis extinciones masivas. Y ahí vamos, a por la
siguiente. [UH-03/11/20]</blockquote><o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 16pt; line-height: 107%;"><u>Un viaje inesperado</u><o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: left;">Iniciamos la ruta en Fornalutx. En la placita junto a la iglesia, nos
pedimos un café. Yo tendría unos dieciocho años, aún no era excesivamente
sensible a la belleza del paisaje. Eso se adquiere con el tiempo. Por aquel
entonces, mis ojos eran medio ciegos para todo aquello que no fuera yo. Imagino
que mi padre debió hacer algún comentario sobre aquel pueblo de calles
empedradas. De allí seguimos dirección a los embalses. En el Gorg Blau
detuvimos el coche y caminamos hasta el agua. Era como estar en otro planeta.
Regresamos al coche. Pasamos por Escorca, por Lluc, pero no nos detuvimos. «Te
voy a llevar a comer el mejor chateaubriand de la isla», anunció mi padre. Yo
no sabía qué era eso. Al fin llegamos al restaurante Tango, en Port de
Pollença. Era a principios de los 90. Creo que el restaurante sigue existiendo,
pero en otro lugar, con otros dueños. Allí comí mi primera carne roja y
compartí mi primera botella de vino tinto. Hasta entonces, me relación con el
alcohol se reducía a los botellones propios de la adolescencia. Un mundo nuevo
se abría ante mis ojos. Ese día, algo despertó en mí. Lo recuerdo como el
inicio de un viaje inesperado. (Última
Hora, 20-10-20)<o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;">
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="text-align: right;"><span style="font-size: 16pt; line-height: 107%;"><span style="background-color: red;">Escribir</span>: </span></b><span style="text-align: right;">¿Para qué sirve
la literatura? ¿En qué consiste escribir? </span><span style="text-align: right;">Todos los escritores ya dieron su
opinión. Las respuestas a esas preguntas imperecederas constituyen un género
literario. Podríamos llenar páginas y más páginas recopilando todo lo que
dijeron del asunto los diferentes escritores. Al final, esas respuestas no
proporcionan luz, al menos, no la luz que uno espera recibir después de
formular una pregunta. Esas respuestas buscan persuadir, por eso son un género
literario. Si tú preguntas dónde están los calcetines, todo lo que no sea «en
el cajón de arriba» es una pérdida de tiempo. Quiero decir, si tú me preguntas
dónde están los calcetines y yo empiezo a hablarte de lo fríos que se me ponen
los pies en invierno, de mi obsesión por evitar los charcos o de lo fabulosas
que resultan las tobilleras con bolsas de gel térmico, entonces no estoy
respondiendo a tu pregunta, estoy haciendo literatura. ¿Por qué? Porque busco
captar tu atención, porque busco seducirte. Entonces, esa pérdida de tiempo se
convierte —si el relato supo entretenerte— en tiempo ganado. Seguirás sin saber
dónde están los calcetines, pero esa pregunta ya no será importante. De
repente, podrás seguir sin conocer la respuesta. </span><span style="text-align: right;">UH, 06/10/20</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><o:p></o:p></p>
<p><span style="text-align: justify;"> </span> </p><blockquote><p><span style="color: #b45f06;"> </span><b><i><span style="font-size: 16pt; line-height: 107%;"><span style="color: #b45f06;">Addio, amore</span>: </span></i></b><span style="text-align: justify;">Cuando leas esto, el otoño estará de vuelta. Ahora,
mientras tecleo, sigue siendo verano. Si miro por la ventana, puedo ver la
piscina de los vecinos. Pese al calor que ha hecho hoy, se diría inservible, en
pleno letargo. Hay un aire de despedida que lo impregna todo. Le debemos tanto
al verano. Los recuerdos llegan a ráfagas. Es otra piscina, creo que en Santa
Ponça, pero no estoy seguro. ¿De quién es ese chalet? ¿Qué hacemos allí? Un
grupo de chavales estamos nadando. Hay chicos y chicas. Debemos tener unos doce
años. Nos perseguimos, hacemos el tonto. Cuando Amelia, la hermana mayor de uno
de mis amigos, va a salir de la piscina, alguien le agarra del bikini y tira
para abajo y yo puedo verle el vello oscuro y eso me deja medio loco, sin
capacidad de pensar en nada que no sea ese nubarrón fascinante. También
recuerdo la vez que fui a buscar a mi amigo Paolo. Su madre, una italiana extrovertida,
eternamente bronceada, me abrió la puerta con los pechos al aire. </span><i style="text-align: justify;">Ciao, Javi, entra, Paolo è in camera sua</i><span style="text-align: justify;">.
Y yo entré, claro, fueron muchas las veces que entré en esa casa con mi
imaginación. Tantas cosas ocurrieron en verano. </span><i style="text-align: justify;">Addio, amore</i><span style="text-align: justify;">. Aún no te has ido y ya te echamos de menos. </span><span style="text-align: justify;">ULTIMA HORA, 22/09/20</span></p></blockquote><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 16pt; line-height: 107%;"><span style="background-color: #01ffff;">Mascarilla </span><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: right;">Me he infiltrado en la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Liga de
Hombres y Mujeres Libres contra el uso de la Mascarilla</i>. Después de
convivir con ellos algunos meses, lamento anunciar que, más allá de un
convencimiento cuasi religioso del tremendo mal que inflige la mascarilla a sus
portadores, no he encontrado un rasgo común capaz de homogeneizar dicho grupo.
Hay liberales de derecha que creen que la mascarilla atenta contra su sacrosanta
libertad a la hora de decidir cómo salir a la calle. Hay conservadores
democráticos y conservadores nostálgicos de otros tiempos que ven en la
mascarilla una especie de bozal que les dificulta ladrar lo que el cuerpo les
pide. Hay anarquistas antisistema adictos a Instagram que ven en las
mascarillas la punta de lanza de un sistema represivo adscrito al capital. Hay
izquierdosos de espiritualidad elevada que estiman que el uso generalizado de
la mascarilla es el primer paso hacia una sociedad robótica en la que el
contacto humano estará estigmatizado. Incluso hay socialdemócratas de cierta
edad, de carné y voto fijo, que se creen víctimas de una especie de saneamiento
demográfico. Pero lo mejor, sin duda, es la lección que extraigo después de
convivir con estos hombres y mujeres: incluso entre antagonistas, el acuerdo es
posible. Buenos días. UH, 08/09/20</p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p></o:p></p><br /><p></p>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-40971197645039174362020-09-19T09:27:00.000+02:002020-09-19T09:27:10.083+02:00Agosto. 2 articulillos<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-JS9Uksws2xc/X2WxWR6-gJI/AAAAAAAACb4/0bkCnSelVVw5_c1J0YwyB-Xz5Zp8wNmVwCLcBGAsYHQ/s2048/20200811_123841.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1541" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-JS9Uksws2xc/X2WxWR6-gJI/AAAAAAAACb4/0bkCnSelVVw5_c1J0YwyB-Xz5Zp8wNmVwCLcBGAsYHQ/w301-h400/20200811_123841.jpg" width="301" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">UH, 11/08/20</div><br /><p></p><p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Ser justo <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">En uno de sus poemas, el titulado “Cómo ser perfecto”, Ron Padgett
afirma: «Cuida primero de las cosas cercanas. Ordena tu habitación antes de
salvar el mundo. Después, salva el mundo». Me resulta muy sencillo, a mi edad,
identificarme con esta afirmación. Mi hija de diecisiete años, incapaz de
mantener ordenada su habitación más de una hora, diría que es una frase
conservadora, propia del pequeño-burgués acomodado, amante del orden, en que me
he convertido. Me parece bien. A mí, a los diecisiete, también me habría
parecido una frase aborrecible. Ahora, que alguien al que le cuesta un mundo
ayudar en las tareas domésticas, es decir, no predispuesto a echar una mano a
los currantes que con su esfuerzo mantienen en condiciones el lugar en que se
vive, despotrique contra los que no se arremangan para mantener el barco a
flote, es decir, contra los que solo piensan en su comodidad, me parece una
incoherencia a tener en cuenta, eso sí, una incoherencia entendible, ya que
todos, más o menos, hemos sido así de adolescentes, quiero decir, hemos sido
así de incoherentes. Hay cosas que uno debe tener en cuenta si quiere ser
justo. Buenos días.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">UH, 25/08/20</p><br /><p></p>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-7596060117154947232020-08-21T20:18:00.000+02:002020-08-21T20:18:02.669+02:00Julio. 2 articulillos<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-eDjta1pHWxU/X0APAXtvJbI/AAAAAAAACbQ/JW3JoBw6FUc9q53bRMvnf7VpF_jFBP-UwCLcBGAsYHQ/s2048/IMG_20200714_160308_805.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1763" height="512" src="https://1.bp.blogspot.com/-eDjta1pHWxU/X0APAXtvJbI/AAAAAAAACbQ/JW3JoBw6FUc9q53bRMvnf7VpF_jFBP-UwCLcBGAsYHQ/w441-h512/IMG_20200714_160308_805.jpg" width="441" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">UH, 14/07/20</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-MqbtibatBwA/X0APMgdY4vI/AAAAAAAACbU/d5fpnOyIV0EQxqpzOnAFpl2aERq9ubPnwCLcBGAsYHQ/s2048/IMG_20200729_171035_301.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1692" height="512" src="https://1.bp.blogspot.com/-MqbtibatBwA/X0APMgdY4vI/AAAAAAAACbU/d5fpnOyIV0EQxqpzOnAFpl2aERq9ubPnwCLcBGAsYHQ/w423-h512/IMG_20200729_171035_301.jpg" width="423" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">UH, 28/07/20</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p></p>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-68016569486819843062020-07-13T16:15:00.001+02:002020-07-13T16:15:10.705+02:00Junio. 3 articulillos<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"><u><span style="color: red;">Golpear la
piñata<br /> </span></u></span><span style="font-size: 11pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La
antiglobalización se vende muy barata y eso que
la gente está ávida por llevarse a casa su pedacito de antiglobalización, un
suvenir en forma de frase reivindicativa con la que dar comienzo o rematar
cualquier comida familiar o con amigos. La expansión del coronavirus ha sido la
guinda que le faltaba a un pastel ya de por sí bastante recargado. Quien más
quien menos te vende antiglobalización, a diestra y siniestra. En ocasiones, lo
llaman altermundismo, o salvar el planeta, o <i>America First</i>. Manu Chao y Michael Moore son personajes conocidos
del movimiento antiglobalización; de igual forma, Marie Le Pen o nuestro
Santiago Abascal no se cortan un pelo a la hora de golpear la piñata de moda.
Pero, ¿qué caerá cuando entre todos le abramos la barriga? ¿Un mundo mejor, más
justo y próspero? Eso es lo que querríamos todos, bueno, casi todos. Pero, ¿y si
nos llueven piedras? ¿Y si lo que llega es retroceso económico y moral? ¿Y si
después de todo el demonio era otro?</span></span><span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><b>UH, 02/06/20</b></span></blockquote>
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">*</span></div>
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><br /></span>
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"><span style="color: blue;">La lechuza</span>: </span><span style="font-size: 11pt; text-align: justify;">Es tomar la salida de S’Estanyol y
olvidarte de que existe algo que se llama Ma-19, Palma, zapato cerrado o camisa.
Desde hace unos años, venimos a Sa Ràpita a pasar unos días. Los pinos y la
lechuza que por las noches nos habla y el sempiterno trampolín frente al
restaurante Es Racó no parecen haberse percatado de que atravesamos una crisis.
Aquí paseo, monto en bicicleta y, cuando los niños me dejan, me siento en el
balancín que hay en el jardín de la casa y leo. Ahora ando con una novela de
<b>David Pérez Vega</b>, </span><i style="font-size: 11pt; text-align: justify;">Caminaré entre las
ratas</i><span style="font-size: 11pt; text-align: justify;">. En ella, el aliento de la anterior crisis, la de raíz financiera, lo
enturbia todo. Su protagonista, hijo de los suburbios, va cayendo de trabajo en
trabajo, de uno esclavizante y mal pagado a otro precario y peor pagado. Lo veo
nadar, al protagonista, contra la corriente, pero la corriente es poderosa y el
</span><em style="font-size: 11pt; text-align: justify;"><i>impossible is nothing</i> </em><span style="font-size: 11pt; text-align: justify;">de los anuncios americanos no es más que un
chiste tramposo, de mal gusto. Cuando cierro el libro, la lechuza lenguaraz me
pregunta por la vida y yo cierro los ojos y espero a que los pinos me susurren
la respuesta. Saldremos de esta, le digo. Pero la lechuza ya no está. <b>UH, 16/06/20</b> </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 11pt; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 11pt; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: 11pt;">*</span></div>
<br />
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><br /></span>
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"></span><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"><u><i><span style="color: #783f04;">Trompetas
del Apocalipsis <o:p></o:p></span></i></u></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Cuándo empezaron a sonar las
trompetas del Apocalipsis? Los siete ángeles llevan tiempo tocando. A veces se
toman un descanso, pero siempre regresan. Hace meses los vieron por Wuham. Comenzaron
de manera suave, casi imperceptible; calentaban motores. Pronto tuvieron a todo
el mundo danzando a su compás. Antes, los vieron por las calles de Caracas y las
de Atenas, por las calles de Puerto Príncipe y las de Buenos Aires, por las
calles de Bagdad y las de Ramala. Hay quienes dicen que iniciaron su gira en el
Word Trade Center allá por el año 2001. Otros, en cambio, aseguran que su gira
oficial dio comienzo en Los Angeles dos décadas atrás, el 5 de junio de 1981. Por
qué no. Los siete ángeles en Los Angeles tocando <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Esta enfermedad sin vacuna</i>. Su melodía, triste y estridente, rebotando
por el mundo, de Madrid a Sao Paulo, de Texas a Lisboa. Pero no, yo creo que
los siete ángeles con sus siete trompetas ya amenizaban las deliberaciones de
los 113 países participantes en la primera cumbre del clima celebrada en
Estocolmo en 1972. Es difícil saber cuándo empezó el principio del fin. Lo
cierto es que las trompetas llevan tiempo sonando. Cada vez más tristes y
estridentes. <span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>UH, 30/06/20</b></div>
<br />Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-34205188586269234022020-07-13T16:06:00.000+02:002020-07-13T16:06:42.037+02:00Mayo. 2 articulillos<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"><span style="color: #444444;"><b>Nuestro
parecer</b></span>: <o:p></o:p></span><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt;">Haga
usted la prueba. Por ejemplo, escriba en Facebook: “Nada como los libros en
papel, los eBooks no tienen alma”. O todo lo contrario: “No entiendo cómo
todavía hay gente que viaja o se va a la playa cargando libros físicos”. Una
vez escrita la frase, espere unos segundos. Los comentarios irán llegando poco
a poco. Se nos hace difícil no expresar nuestro parecer, no compartir nuestra
experiencia. Esta adicción –dejar constancia de lo nuestro: gustos, manías,
miedos– necesita poca cosa para manifestarse. Recuerdo que en clase de francés,
hace años, la profesora nos hizo una pregunta. “¿Dónde pasaríais vuestras
vacaciones, en Islandia o en Brasil?”. Yo me decanté por el país nórdico; en
aquellos momentos, se me antojó más sencillo defender esa opción. Mi escaso
vocabulario en francés contenía palabras como “nieve”, “soledad”, “isla” o
“frío”. Mi respuesta sorprendió a muchos. Recuerdo que mi compañero de mesa me
preguntó: “¿De verdad? ¿Estás loco?”. Mi locura, lo supe después, residía en mi
no necesidad de dejar constancia de mis inclinaciones sinceras. Ni por un
segundo me planteé abrir mi alma, compartir mis pensamientos. Lo curioso del
asunto es que si usted, por ejemplo, escribe en Facebook que odia los libros
digitales, lo más probable es que termine involucrado o provocando alguna trifulca.
Nos suele molestar que la gente no piense como nosotros. UH, 05/05/20</span></blockquote>
<br /><br />
*<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"><span style="color: #999999; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Realidad
aparcada </span><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11pt;">Dos
semanas antes de decretarse el estado de alarma, una lectora me escribió para
denunciar la situación por la que pasan muchos jóvenes doctorados. Me habló del
caso de su hija. La joven, a la que llamaremos Muriel, estudió Biología en la
UIB. Obtuvo diferentes becas a lo largo de su carrera. Una vez finalizada,
preparó su tesis doctoral. Hicieron falta muchos codos y euros para sacarla
adelante. Entonces la madre pensó que todos los sacrificios padecidos habían
valido la pena. Ella, la madre, después de deslomarse durante años limpiando casas
ajenas, veía como a su niña se le abría un mundo de posibilidades. Pero
realidad y expectativas no acostumbran a hacer buenas migas. Muriel tuvo que
ver cómo, pese a las alabanzas, siempre aparecía otro candidato que, sin estar
tan preparado, se acababa llevando el premio. La meritocracia, qué duda cabe,
nunca ha sido nuestro fuerte. Cada desplazamiento infructuoso a una nueva
entrevista suponía un duro golpe al bolsillo y la moral. La madre, indignada,
decidió escribirme para denunciar la situación. Esta es la realidad que
habíamos dejado aparcada por el coronavirus. Y poco a poco regresamos a ella.</span></div>
</span><br />
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">uh, 19/05/20</span><br />
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><br /></span>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-6782089170099297712020-07-13T16:02:00.000+02:002020-07-13T16:02:01.674+02:00Abril. 2 articulillos<b><i><span style="font-size: 16pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Resistiré</span></span><span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 16.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">:</span></i></b><br />
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 16.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 107%;">En
estos días extraños, todo el mundo está aprendiendo muchas cosas, o
descubriendo cosas de sí mismos o de la sociedad o de la vida en las que nunca
antes habían reparado. O se iluminan de pronto, como si el rayo del saber
profundo atravesara sus almas o sus cerebros o tal vez sus corazones –ignoro
las preferencias del rayo del saber profundo–, o la sabiduría final les llega
después de varias noches de insomnio, tras arduas horas de meses, canciones
recicladas del Dúo Dinámico y comparecencias de Fernando Simón. Esto me tiene
preocupado y no puedo dejar de preguntarme qué haremos después con tanta
sabiduría sobrevenida, con tanto Paulo Coelho o Jorge Bucay por las calles del
mundo, por las redes del mundo, disparando frases que contienen, de una forma u
otra, el sentido de la vida. Tanta luz y comprensión del ser humano, de las
cosas que realmente valen la pena, del significado último de la existencia, de
nuestro papel en el universo, no sé… ¿Podremos soportarlo? ¿Estamos preparados
para algo así? ¿No será demasiada luz? Mientras tanto, me sumo a los aplausos
de las ocho y a nuestro nuevo himno. Resistiré. UH, 07/04/20</span></span><br />
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 16.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 107%;"><br /></span></span>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 16.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 107%;">*</span></span></div>
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 16.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 107%;"><br /></span></span>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 16.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 107%;"><b style="text-align: justify;"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"><u>Infectados</u></span></b></span></span></div>
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 16.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 107%;"><br /></span></span>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 16.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 107%;"><span style="text-align: justify;">A la pandemia que ha trastocado
nuestras vidas, hay que sumarle esa otra pandemia que, como el cambio
climático, venía anunciándose tiempo atrás y que todos nos tomábamos a risa: el
síndrome del cuñado. Hoy los cuñados son legión, un ejército numerosísimo y
bien organizado. Tienen un plan y no cejarán en su empeño hasta ver colmadas
sus aspiraciones. Empezaron por difamar a los intelectuales. Si lo piensan, hoy
en día es imposible decir esta palabra sin sentir un ápice de vergüenza. ¿Por
qué su opinión va a ser más relevante que la mía? Su objetivo, claro está, era
llegar a los llamados expertos, con independencia del campo en que se
manejaran. Tomaron las tertulias televisivas. Empezaron por los programas del
corazón y, poco a poco, extendieron sus tentáculos hasta abarcarlo todo. Las
redes sociales fueron el medio ideal para expandir su ideología. Como los
grandes cataclismos, su eclosión llegó al grito de “¡libertad!”. Los que no
sucumbieron al virus, decidieron callarse para no ser recriminados por el cuñado
de turno que siempre, inexorablemente, sea cual sea el tema tratado, tendrá
opinión y, por supuesto, razón. Como en </span><i style="text-align: justify;">La
invasión de los ultracuerpos</i><span style="text-align: justify;">, están entre nosotros. Ya son la mayoría.
Usted y yo, quién sabe, tal vez estemos infectados.</span><span style="text-align: justify;"> </span></span></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 16.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 107%;"><span style="text-align: justify;">UH, 21/04/20 </span> </span></span></div>
Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-29941185688450963162020-04-09T12:23:00.001+02:002020-04-09T12:23:24.461+02:00Los primeros 5 articulillos de 2020<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"><span style="color: blue;">Una breve
anécdota:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pido de antemano disculpas por
este minuto de publicidad. Voy a contarles una anécdota. Ocurrió a mediados de
diciembre. Alguien me dio las gracias por haber escrito <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mi Berghof particular</i>. Estas cosas ocurren, lo sé, pero pensaba que
solo le ocurrían a otros. Para el ego de un escritor, que un lector te dé las
gracias por haber escrito un libro equivale, como mínimo, a la venta de 100
ejemplares. Sé que si algún editor lee esto, automáticamente arrugará el
entrecejo y no le faltará razón. Tal vez exagero, sí, pero fue como si aquel
lector, al que apenas conozco, me hubiese entregado un cheque de 150 euros. Y
es que no solo se limitó a darme las gracias, sino que me contó que estaba
«realmente enganchado». Si el lector en cuestión se hubiese estirado en mitad
de la acera y hubiese empezado a hacer abdominales, me habría sorprendido
menos. Tiembla, Dan Brown, pensé. Y esta es la breve anécdota que demuestra que
un día anodino puede terminar de una manera sorprendente, puede esconder en su
acumulación de horas grises un final feliz, luminoso. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
UH, 14.01.20<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"><b><i><span style="color: #b45f06;"><u>Un debate de
altura</u>:</span></i></b></span><br /><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Creo que los ciudadanos de este
país nos merecemos un debate político de altura. El arranque de la legislatura
no ha estado mal, cierto, pero podemos aspirar a mucho más. No perdamos la fe.
Traigo aquí algunas propuestas, todas ellas de vital importancia para nuestro
día a día, para el futuro del planeta, cuestiones que nos quitan el sueño, que
nuestros políticos deberían abordar sin más dilación. Ahí van. ¿Existieron realmente
Adán y Eva? ¿Tuvo hijos Jesús? ¿Es plana la Tierra? ¿Rodó Stanley Kubrick el
supuesto alunizaje llevado a cabo por la NASA? ¿Hay una invocación satánica
oculta en la canción <i>Stairway to heaven</i>,
de Led Zeppelin? ¿Siguen vivos Elvis Presley y Jim Morrison? ¿Se suicidó Hitler
en aquel búnker de Berlín? ¿Curó realmente Juan Pablo II a Marie Simon-Pierre? ¿Aparece
Candyman si pronuncias su nombre cinco veces frente al espejo? ¿Se merecía Paco
Buyo la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo? ¿Son los illuminati los
verdaderos dueños del cotarro? ¿Existe un agujero negro en el famoso Triángulo
de las Bermudas? ¿Creo Dios el mundo en seis días para descansar al séptimo?
Buenos días.</span><br /><div style="text-align: right;">
Uh, 28/01/20</div>
</blockquote>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"><span style="color: red; font-family: Verdana, sans-serif;">La religión:</span><o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Camino por esa calle estrecha que
bordea el cementerio de Palma, la que une la rotonda del Parc de la Riera con
la calle General Riera. Voy junto a mi hija pequeña, de seis años, y una amiga
suya, también de seis. Al pasar frente a una de las puertas laterales, las
niñas se detienen para contemplar esa ciudad de cruces. Esto es un cementerio, anuncia
mi hija. Durante unos segundos, los tres contemplamos en silencio esa densidad
de tumbas y nichos. Cuando estamos por reanudar el camino, la amiga de mi hija pregunta:
Javi, ¿tú qué prefieres, que te coman los gusanos o convertirte en ceniza? Finjo
no comprender, pero la niña insiste. Mi mamá dice que cuando nos morimos, o nos
comen los gusanos, o nos queman. ¿No hay más alternativas?, pregunto. La amiga
de mi hija niega con la cabeza, satisfecha de su sabiduría. Entonces mi hija
aprieta mi mano con fuerza. Papá, dice, yo no quiero que me coman los gusanos
ni tampoco que me quemen. Pues yo, improviso, cuando llegue el final,</span><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;"> </span><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">me pienso ir volando a un planeta muy lejano
donde no haya gusanos ni fuego. Mi hija se apunta entusiasmada a la idea y me
abraza y yo me consuelo pensando que mi ocurrencia es menos descabellada que la
del ratoncito Pérez o la de los Reyes Magos. Y entonces, yo, un ateo tranquilo,
me convierto, sin haberlo planeado, en todo un profeta. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
UH, 11.02.20<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<div style="text-align: left;">
<span style="font-size: 16pt;"><span style="color: #134f5c; font-family: Courier New, Courier, monospace;"><b>Superpoderes:</b></span></span></div>
<div style="text-align: left;">
Abro el QuickMemo+ de mi móvil
para anotar una frase que acabo de leer en la prensa, una frase atribuida a
Omar Montes, el ex de Chabelita, y me encuentro con un poema de Sofía, mi hija
pequeña. Un par de meses atrás, estando los dos en el salón de casa, me
preguntó si podía escribir por ella algo que llevaba en la cabeza. Sofía tiene
seis años y todavía no tiene automatizada la escritura, por lo que, si se
sentaba a escribir eso que llevaba dentro, lo más probable es que se disolviera
en el trayecto de la cabeza al papel. Saqué el móvil de mi bolsillo y le dije
que no se preocupara, que yo lo escribiría. El resultado: un poema fresco,
directo, anti-retórico y con su punto de ironía. Un poema que habla de tener
superpoderes, de encontrarlos por encima de las opiniones de los demás. Dos
meses después, al abrir el QuickMemo+ para anotar la frase de Omar Montes, me
encuentro el poema, lo leo y decido publicarlo en Facebook. Al cabo de un rato
me siento como esos padres monotemáticos y cargantes que tienen el “pues mi
hijo” clavado entre ceja y ceja. O peor, como esos otros que confunden
paternidad con espectáculo circense. Pero no, no creo llegar a tanto. Ojalá nunca me aleje demasiado de ese superpoder
llamado sentido común. Buenos días.</div>
<div style="text-align: left;">
Uh, 25/02/20</div>
</blockquote>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p>
</o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"><u><b><span style="color: #666666; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Lo saben
todo de nosotros</span></b></u>: </span><span style="text-align: justify;">Mi esposa y yo hablamos por la noche, en la cama,
de la posibilidad de vender uno de los dos coches. Ambos son diésel y ahora tal
vez podamos sacar algo. En breve, no servirán ni para entrada, argumenta. Lo
cosa queda así, como una mera posibilidad. Uno o dos días después, al revisar
los correos spam, me encuentro con uno cuyo asunto dice «¿Cuánto vale mi
coche?». El correo sigue con una nueva pregunta: «¿Quieres vender tu coche?».
Continúo leyendo: «Te ofrecemos una alternativa práctica, profesional y libre
de estrés para vender tu coche…». Lo primero que pienso es: ya nunca estaremos
solos. Lo saben todo de nosotros: no solo lo que tenemos, también —y sobre
todo— lo que deseamos. No contentos con este control, hace poco instalamos
Alexa en el salón de casa. Las máquinas nos escuchan, hablamos con ellas, les
pedimos consejo. Nos conocen mejor que nosotros mismos. ¿Qué haría un ser
humano mínimamente sensato ante esta situación? Esta noche, ya en la cama, le
contaré a mi esposa mi plan diabólico para acabar con la sede californiana de
Google. Luego, me plantaré en el salón a esperar a los geos. La vida sin
emoción es poca cosa. </span><span style="text-align: justify;">UH, 10.03.20</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<br />Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-69342277651681788682020-01-09T20:12:00.001+01:002020-01-09T20:12:46.559+01:00Últimos 4 articulillos de 2019<b><span style="background: white; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 16.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Margarit y el Cervantes</span></b><br />
<span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; text-align: justify;">Este año, le dieron el Cervantes a
Joan Margarit, poeta confesional, de línea clara, que escribe en catalán y
castellano. Lo tenía todo para levantar ampollas: que si le falta altura, que
si el premio es consecuencia del clima político del país, que si la dictadura
progre, etc. En las últimas ediciones han concedido el galardón a Ida Vitale,
Sergio Ramírez, Eduardo Mendoza, Fernando del Peso y Juan Goytisolo. O sea,
entre los últimos seis ganadores, hay tres catalanes. La cosa, se mire como se
mire, tiene su guasa. También resulta curioso que desde 1976, año en que se
inauguró el premio, lo hayan ganado 22 autores españoles por solo seis
mexicanos o cuatro argentinos (por centrarnos en el podio histórico del
galardón). Se imaginarán los comentarios: que si falta de altura de miras, que
si un sistema de alternancia desproporcionado y poco representativo de lo que
sucede en el ámbito de la literatura en español, que si la dictadura de la
madre patria, etc. Pero, bueno, nada como el Nobel de Literatura de 2016, eso
sí fue la bomba. </span><i style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; text-align: justify;"><span style="background: white; color: #222222; mso-bidi-font-weight: bold;">The answer, my friend, is blowin'
in the wind…</span></i><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt;"><span style="background: white; color: #222222; mso-bidi-font-weight: bold;">UH, 19/11/19</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="background: white; color: #222222; mso-bidi-font-weight: bold;"><br /></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="background: white; color: #222222; mso-bidi-font-weight: bold;"><br /></span></i></span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: right;">
<b><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"><i>Infinito</i></span></b><b><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></b><span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">El
crecimiento económico es infinito, la racha del Atlético Baleares es infinita,
la Tierra es infinita, el reinado de Messi es infinito, nuestra paciencia
frente a la estupidez humana es infinita, Jordi Hurtado es infinito, la capacidad
de sorprendernos de Donald Trump es infinita, los hilos de Twitter son
infinitos, el amor por nuestra pareja es infinito, “Last Chrismas” de <i>Wham!</i> es infinita, la prensa en papel es
infinita, mi Renault Clio diésel con agujeros en su carrocería es infinito, la
pelea Coca-Cola vs. Pepsi-Cola es infinita, las amistades que se forjaron en
primaria son infinitas, el término “efímero” es infinito, la niñez es infinita,
los endecasílabos son infinitos, <i>The
Beatles</i> son infinitos, la saga Iglesias es infinita, Tele Cinco es
infinita, mi móvil LG es infinito, los labios de Scarlett Johansson son
infinitos, las ganas de ponerlo todo patas arriba que inspiraron <i>La Fuente</i> (el famoso urinario cuya
autoría se atribuye erróneamente a Marcel Duchamp), de Elsa von Freytag, son
infinitas, nuestra polarización es infinita, los dinosaurios eran infinitos, este
artículo de opinión parece infinito… </span><span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><br /></span><span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><span style="font-size: 14.6667px;">UH, 03/12/19</span></span></blockquote>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><span style="font-size: 14.6667px;"><br /></span></span></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11pt; line-height: 107%;"><u><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">De
ciegos y conejos</span></u></span><span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><br /></span><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Dice Leila Guerriero,
la periodista argentina, que para ver hay que volverse invisible. Entonces
pienso en esos políticos que buscan desesperadamente, sin miedo al ridículo, la
mayor visibilidad posible, y veo claro que vivimos en un mundo dirigido por ciegos.
Pero en muchas ocasiones se trata de una ceguera selectiva. Ven su propio
rostro, sí, y ven a los que conforman su bando. El resto, esa mancha difusa,
son el enemigo, y al enemigo –como dice el refranero– ni agua. La técnica de
deshumanización es vieja y sencilla. «Mis enemigos son como conejos. Los
conejos solo sirven para ser cazados. Tengo que cazar a mis enemigos». El
silogismo, por burdo, dará mayor visibilidad al político, por lo tanto lo
suelta en la primera tertulia a la que es invitado. Si no es invitado a ninguna
tertulia, el político recurre a Twitter, que para algo se inventó. Estas
explosiones de inteligencia y elegancia nos deslumbrarán hasta enceguecernos y
conseguirán que, ahora sí, el político de turno sea invitado a la tertulia de
turno para poder decir lo de los conejos y todos acabaremos discutiendo sobre
los conejos mientras los vendedores de armas se frotan las manos. </span></b><span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><span style="font-size: 14.6667px;">UH, 17/12/19</span></span></blockquote>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><span style="font-size: 14.6667px;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><span style="font-size: 14.6667px;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Amor<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ellos dicen que me quieren, pero
solo aman mi mitad. Si por ellos fuera, me amputarían esa parte de mí que no
les gusta. Dicen saber lo que me conviene, que el amor exige sacrificios, lo
que sucede es que esos sacrificios siempre apuntan en la misma dirección. Si
alzo la voz, me insultan; si la vuelvo a alzar, me golpean. Aseguran que es por
mí bien, por su bien, por el bien de todos. Sienten que el amor que me profesan
es sagrado. Entiéndanlo, yo no soy un ser sagrado, sino el amor que profesan
por esa parte de mí que sí les gusta. También veneran mi nombre, ese nombre de
mujer, pero entre mi nombre y mi cuerpo se interpone esa parte de mi cuerpo que
debe ser extirpada. Para que el abrazo sea total, dicen. Para que la unión sea
definitiva, gloriosa. Yo, que soy impura, recelo de esa visión unitaria,
beatífica. Lo sagrado, pienso, es el amor. Lo que hace falta es más amor, un
amor capaz de amar la totalidad de mi cuerpo. Porque amar lo que nos gusta es
fácil, pero el verdadero amor se demuestra frente a aquello que no nos
convence. Y no hablo de un amor acrítico, ese sucedáneo ciego y superficial del
verdadero amor. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><span style="font-size: 14.6667px;"><b><i>uh, 31/12/19</i></b></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><span style="font-size: 14.6667px;"><br /></span></span></div>
<b><span style="background: white; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 16.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"></span></b>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-72261490783614120662019-11-17T19:28:00.002+01:002019-11-17T19:28:28.243+01:00“To er mundo é güeno”<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Soy marrachinero o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">marratxiner</i>, como prefieran. En este
municipio de Mallorca me despierto todas las mañanas y todas las noches regreso
a él para dormir. Es cierto que hago más vida en Palma que en Marratxí; mis
padres, mis suegros, mi trabajo, el de mi mujer, el colegio de mi hija, todos
ellos se encuentran en la capital balear. También es cierto que nací en Palma y
que toda mi existencia –salvo un breve paréntesis <i style="mso-bidi-font-style: normal;">calvianer</i>– la pasé allí hasta hace cuatro años. Pero nada de todo
esto borra o disminuye el hecho de que yo sea <i style="mso-bidi-font-style: normal;">marratxiner</i>. Aquí pago mi IBI y las tasas correspondientes a la
recogida de basura, entrada de vehículos y tratamiento de residuos urbanos. Por
eso, cuando el pueblo de Marratxí se levante, tendrá que tener en cuenta mi
voz, porque mi voz también será la voz del pueblo, y porque eso de buenos y
malos marrachineros, buenos y malos catalanes, buenos y malos vascos, buenos y
malos españoles, da mucho miedo y saca lo peor que hay en nosotros. Como se
decía en aquella película de Manuel Summers, <em><span style="background: white; mso-bidi-font-style: normal; mso-bidi-font-weight: bold;">To er mundo</span></em><span style="background: white;"> é <i style="mso-bidi-font-style: normal;">güeno</i>,
al menos, hasta que se demuestre lo contrario. </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background: white;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background: white;">ÚLTIMA HORA, 05/11/19</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-9814790261550310842019-11-03T20:02:00.002+01:002019-11-03T20:04:38.680+01:00Un conflicto moral<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-mh5u-JbFA8w/Xb8j7-7toJI/AAAAAAAACYc/AyS-AwmFtYgfUHSSTNpnsQH7RGFj18Q2QCLcBGAsYHQ/s1600/IMG_20191023_162613_829.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1304" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-mh5u-JbFA8w/Xb8j7-7toJI/AAAAAAAACYc/AyS-AwmFtYgfUHSSTNpnsQH7RGFj18Q2QCLcBGAsYHQ/s400/IMG_20191023_162613_829.jpg" width="325" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Última Hora, 22/10/19</td></tr>
</tbody></table>
<br />Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-12659216491937329142019-09-25T07:12:00.000+02:002019-09-25T07:12:53.781+02:00La ruta del viaje interior<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-7UJsrsPA8_0/XYr26HrKWtI/AAAAAAAACX4/gW5CUmFUrXUMjTSgkKxHqlMvErU7-HjmQCLcBGAsYHQ/s1600/canaves-1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="580" data-original-width="870" height="213" src="https://1.bp.blogspot.com/-7UJsrsPA8_0/XYr26HrKWtI/AAAAAAAACX4/gW5CUmFUrXUMjTSgkKxHqlMvErU7-HjmQCLcBGAsYHQ/s320/canaves-1.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
Se diría el título de una novela inédita de Bolaño, de esas que aparecen de vez en cuando, o tal vez el título de una recopilación de entrevistas, cartas y fragmentos de algunas de las novelas de Levrero. ¿Y por qué estos dos nombres? Ciertamente, también podría ser el título de la última novela de Jorge Bucay. ¿Entonces? Por esto que escribe David Pérez Vega acerca de <i>Mi Berghof particular</i>:<br />
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;">En la década de 1990, </span><b style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;">Roberto Bolaño</b><span style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;"> abrió uno de los caminos más importantes para la narrativa en castellano y, en la década siguiente, en la primera del siglo XXI, sería </span><b style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;">Mario Levrero</b><span style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;"> quien abriera otro. </span><b style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;">Bolaño</b><span style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;"> nos hablaba del artista aventurero, revitalizando la figura del poeta beatnik; </span><b style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;">Levrero</b><span style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;"> proponía, sin embargo, el viaje interior, la interpretación de los sueños, la descripción de lo mínimo y de todo lo que ocurre en la mente del escritor, aunque este no salga de casa (especialmente si este no sale de su casa). En principio, </span><b style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;">Cánaves</b><span style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;"> elige para su novela el camino de </span><b style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;">Levrero,</b><span style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;"> puesto que escribe desde la incapacidad casi de moverse, paralizado en la casa de sus padres con una pierna escayolada. Berghof es el sanatorio en las montañas al que acudía Hans Castorp, el protagonista de </span><i style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;">La montaña mágica</i><span style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;"> de </span><b style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;">Thomas Mann, </b><span style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;">para curar su tuberculosis. Sin embargo, aunque la apuesta principal de </span><b style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;">Cánaves</b><span style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;"> era por </span><b style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;">Levrero,</b><span style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;"> tampoco desdeña la herencia de </span><b style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;">Bolaño,</b><span style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;"> puesto que una de las historias que escriben (o viven) sus personajes de ficción es un cuento con un aire muy bolañesco, que transcurre en Baltimore y tiene como protagonistas a dos poetas homosexuales, uno académico y el otro salvaje.</span></blockquote>
<span style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;"><br /></span>
En otro pasaje de la crítica, <a href="http://desdelaciudadsincines.blogspot.com/">David Pérez Vega </a>resalta como uno de los grandes temas del libro la falta de tiempo para escribir. Si os confieso que estoy escribiendo esto a las seis de la mañana, ¿se entenderá aún más este hecho?<br />
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="background-color: white; color: #777777; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify;">La falta de tiempo para escribir se acabará convirtiendo en uno de los temas del libro, y quizás con esta temática se escriban algunas de las páginas más sinceras y hondas de la novela. De hecho, una de las fuerzas que le impele a continuar es la continua creación de reglas de escritura: escribir cada día una hora, escribir cada día 500 palabras, escribir porque se ha comprometido con los lectores de su blog a hacerlo, escribir porque se ha impuesto una fecha límite de escritura, escribir por mantener el puro hábito de escribir y poder seguir considerándose un escritor...</span></blockquote>
<br />
Escribir, escribir, escribir... ¿No es de locos? Dejo <a href="http://www.librujula.com/criticas/2523-javier-canaves-mi-berghof-particular-2">aquí el enlace </a>a la crítica que apareció en la revista <a href="http://www.librujula.com/">Librújula</a>, por si alguien se anima a leerla al completo. Desde luego, David Pérez Vega acierta con las claves y con los referentes. Una gran lectura. Cuando alguien emplea su tiempo de ocio en leer y comentar lo tuyo, y lo hace además de un modo tan perspicaz, no puedes más que estar agradecido.<br />
<br />
<a href="http://www.librujula.com/criticas/2523-javier-canaves-mi-berghof-particular-2">http://www.librujula.com/criticas/2523-javier-canaves-mi-berghof-particular-2</a>Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-25487921157435484602019-09-12T06:26:00.000+02:002019-09-12T06:26:05.709+02:00Historia y vida<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-neg6Qb1nT8c/XXnIirjXuTI/AAAAAAAACXs/mEkTsRVpxoU8rLg5wCNLb0Is7dhJP9kPgCLcBGAsYHQ/s1600/20190911_151553.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1063" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-neg6Qb1nT8c/XXnIirjXuTI/AAAAAAAACXs/mEkTsRVpxoU8rLg5wCNLb0Is7dhJP9kPgCLcBGAsYHQ/s640/20190911_151553.jpg" width="424" /></a></div>
<br />
ÚLTIMA HORA, 10/09/19Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2858880332341505405.post-14380941863129300042019-08-28T16:07:00.000+02:002019-08-28T16:11:07.839+02:00Verano 2019 (julio-agosto) <br />
<div class="MsoNormal">
02/07/19<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El día del orgullo, quedé con un amigo
para tomar una copa –al final fueron dos– y hablar de la vida. Antes, estuve de
cena con los alumnos del taller de escritura. El ambiente festivo –¿existen
días no festivos en el verano mallorquín?–, la confianza entre los comensales
después de meses compartiendo relatos –una variante de ese hablar de la vida
tan civilizador– y las cañas –imprescindibles cuando el calor arrecia– hicieron
que la cena virara del lado de la confidencia y el deseo. Todos guardamos
deseos no saciados y esa pequeña o puede que gran frustración es la que nos
hace avanzar, escribir, amar no todo lo bien que querríamos. Una vez solo –ni
siquiera eran las doce de la noche cuando nos despedimos, las cenas en verano
nunca deberían terminar antes de la medianoche–, me quedé cara a cara con mis
expectativas frustradas. Era noche, verano, y las calles se veían repletas de
gente atractiva y banderas arcoíris. Era de locos retirarse tan pronto. La vida
exigía plática y una última copa. Llamé a uno de los pocos amigos solteros que
tengo y le propuse brindar por la vida y las noches de verano. Por suerte,
aceptó y a los veinte minutos estábamos acodados en la barra de un local de la calle Sant Magí. Me sentía bien, orgulloso, y no tenía idea de por qué. </span><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 12pt;"> </span></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">16/07/19<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Esa época del año en que tu hija
adolescente te pide que le saques hora para cortarse el pelo y depilarse pero
no hay horas disponibles en las peluquerías de la ciudad durante los próximos
cien años. Ese lapso de tiempo eterno y sin embargo fugaz en el que resulta del
todo imposible encontrar taxis libres salvo en el aeropuerto. Ese lugar mítico
en el que poder al fin descansar si no fuera por esa ola de calor recurrente
que te hurta la posibilidad de un descanso medianamente digno. Ese instante que
los dioses te conceden para terminar de arreglar esas cosas que fuiste dejando
relegadas por abulia o falta de tiempo o planificación y que un año más
seguirán como estaban porque los materiales se agotaron, los pedidos no llegan
o el instalador se equivocó de dirección. Esa posibilidad de cenar en aquella
terraza con vistas al mar que durante tantos meses se coló en tus sueños y que
no dispone de mesa libre hasta mediados del mes de octubre. Ese paréntesis en
la vida cotidiana que nos enfrenta a todos los contratiempos propios de la vida
cotidiana. Y, pese a todo, hay que ver cuánto te queremos, verano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">30/07/19<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Tengo un amigo que asegura que entre
el quince de julio y el quince de agosto siempre suceden cosas importantes, que
en esa treintena de días la vida se tensa y nos coloca frente a situaciones
capaces de cambiarnos la existencia. No en vano, durante las vacaciones
estivales el número de divorcios se dispara. Conozco parejas que, llegado el
verano, deciden separarse un mesecito para así salvar su matrimonio. Sea como
fuere, estos días la vida me ha situado frente a diferentes pruebas y he
llegado a temer no solo por mi matrimonio sino también por mi salud mental.
Todo empezó con la rotura del portón del garaje. A este contratiempo siguieron:
el atasco del inodoro del aseo, una avería en el router que nos dejó sin wifi
en casa, el extravío del toldo que compramos, problemas con el diferencial del
cuadro eléctrico, el foco fundido de la piscina… A fecha de hoy, sigo sin wifi
y sin poder disfrutar de la sombra en el jardín de casa durante las mañanas,
pero gracias a los tutoriales de YouTube logré arreglar el portón del garaje,
desatascar el inodoro y cambiar el foco de la piscina. O dicho de otro modo:
debo la buena salud de mi mente y de mi matrimonio a Internet. Para que luego
me vengan con desconexiones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">13/08/19<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Tal vez porque estamos a trece de
agosto y ya es mucho verano acumulado en nuestras espaldas quemadas, le da a
uno por ver <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un viaje hacia el fin de los
tiempos</i>, de John Boswell. Esas imágenes del final de todo –y este “todo”
incluye la desertificación del planeta, las algas acumuladas en las playas de
sa Ràpita y ses Covetes y la posible repetición electoral– le llenan a uno de
paz y ganas de hacerse con un acelerador de tiempo en condiciones. Acelerar a
todo trapo hasta que el tiempo no tenga ningún sentido porque no exista nada,
ni siquiera Vox. Entonces ya no hará falta embadurnarse de protector solar ni
cambiar de dieta para así frenar el cambio climático. Los dueños de la Tierra
no tendrán que disimular, podrán admitir que ya dan por perdido el planeta, que
ya no hay marcha atrás posible. De ahí los intentos desesperados por buscar
otra casa que arruinar. De ahí la aceleración del Programa Explorers de la
NASA. De Ahí el telescopio espacial TESS. Ya me imagino a los especuladores
inmobiliarios frotándose las manos mientras observan la recreación de la
superficie virgen del exoplaneta LTT 1445Ab, recientemente descubierto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">27/08/19<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Escribo en calzoncillos mientras, por
los altavoces de la Tap, C. Tangana asegura querer tener dinero para repartir.
Hace poco me enteré de que en una ciudad de España habían vetado la actuación
de este rapero. Desconocía al personaje, así que googleé su nombre. Lo primero
que le escucho, antes incluso que su <i>Mala mujer</i>, son insultos dedicados a la
monarquía española y una defensa encendida de Evaristo Páramos, ex vocalista de
La Polla Records. Algo no me cuadra. ¿En qué ciudad lo habían vetado? Vuelvo a
Google para obtener la respuesta: Bilbao. Hay un vídeo en el que dos dirigentes
de Podemos dicen no poder permitir que una institución pública como el
ayuntamiento de Bilbao contrate a un grupo que reproduce estereotipos
machistas. Entonces presto atención a sus letras y, sí, dice “puta”, y dice
también que solo se acuesta con modelos, que basta con tener dinero, etc. Hay
cosificación, altanería e incorrección. Enseguida pienso en algunos columnistas
de este país. Pienso en infinidad de bandas y canciones, en libros y
declaraciones y chistes que viajan de grupo de WhatsApp a grupo de WhatsApp, y
se me ocurre que tal vez estaría bien detenernos todos un momento y respirar.
¿Nos calmamos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Javier Cánaveshttp://www.blogger.com/profile/03708267614363364110noreply@blogger.com