martes, 3 de diciembre de 2013

El perro es un mamífero

Un amigo, al que llamaré Ricardo, leyó Piscinas iluminadas y le gustó. Decidió compartir este hecho con sus amigos de la Red. Al comentario laudatorio, que agradezco de corazón, agregó unas frases que subrayó de la novela. Debo decir que en esto me parezco a Ricardo. Muchos de mis libros están llenos de subrayados y anotaciones. Que le pregunten, si no, al espíritu de Levrero o Dostoievski. Y no siempre utilizo lápiz, es más, diría que casi siempre lo hago a boli. Herejías aparte, lo que quería comentar es alguna de las reacciones a esas frases subrayadas y publicadas en la red por mi amigo. Pongamos, por ejemplo, la frase: “Uno lee porque detesta la vida”. O esta otra: “Moriremos mintiendo, contando cuentos para niños”. Una mujer, a la que llamaré María, se desmarcó con un comentario en el que aseguraba que las frases eran falsas en un 99%. No sintiéndose satisfecha con la precisión del dato, añadió la explicación de por qué eran falsas. Antes que nada, quiero decir que estoy de acuerdo con las explicaciones de María, si no fuera por la desubicación… Hay algo que se llama verdad poética que nada o poco tiene que ver con la verdad objetivable. Las frases pertenecen al protagonista de la novela que da la casualidad que también es el narrador. En el contexto de la novela, esas frases son verdad, reflejan la mentalidad del personaje. Para terminar, los que subrayamos frases en las novelas que leemos no siempre lo hacemos siguiendo criterios de verdad o falsead. Por fortuna, hay muchos otros. “El perro es un mamífero” es una frase verdadera que difícilmente subrayaría en una novela. 

ULTIMA HORA, 03/12/13