sábado, 22 de marzo de 2014

Algo sobre "La misma ciudad", de Luisgé Martín

La misma ciudad, de Luisgé Martín, se apoya en el relato ‘Una nubecilla’, de James Joyce, incluido en Dublineses, y en el poema “La ciudad”, de Constantin Cavafis. Lo del poema aparece explícitamente en la novela del madrileño, de ahí que no valga la pena insistir en la idea. Lo de Joyce me parece igualmente claro, si bien no lo he leído en ninguna de las reseñas que dedicaron a La misma ciudad. Iré al grano: Albert Fergus es el Ignatius Gallaher del cuento de Joyce. Me explico: Brandon Moy, protagonista de la novela, se encuentra con Fergus, un viejo amigo de la universidad al que hace años que no ve. Después de unos minutos de charla, se da cuenta de que su viejo amigo ha llevado la vida intensa y loca que a él le hubiese gustado vivir. Este encuentro resultará clave en el desarrollo de la novela. Lo mismo sucede en 'Una nubecilla', cuento del que hablé en el blog en febrero de 2009. Su protagonista, Chico Chandler, lleva una vida sencilla, ordenada, junto a su esposa y su hijo. ¿Por qué tendría que necesitar más? Pero Chico fantasea con otro tipo de vida, una vida más mundana, llena de viajes, con tiempo para leer y, sobre todo, tiempo para escribir. Antes de casarse, leía y escribía regularmente. Pero maduró, se hizo hombre, padre de familia. El encuentro con su antiguo amigo, Ignatius Gallaher, al que hacía ocho años que no veía, revuelve estos sentimientos de Chico. Ignatius logró escapar de Dublín. Se fue y triunfó en el mundo del periodismo. Vivió en diferentes ciudades, ¡vio mundo! Ambas historias, la de Martín y la de Joyce, funcionan como una fábula, siendo el irlandés mucho más cruel que el madrileño.

La misma ciudad (editorial Anagrama, 2013)


 Para terminar diré que La misma ciudad me atrapó desde el principio; no pude soltarla hasta el final de la aventura de Brandon Moy. 

 Lean La misma ciudad y, ya de paso, lean Dublineses y los poemas de Constantin Cavafis.