Tiranía
Anda todo el mundo haciendo cábalas sobre las posibles mayorías
catalanas, como si nuestra vida dependiera del número de votos o el número de escaños
de una u otra opción, cuando me topo con esta reflexión de Rüdiger Safranski,
oportunamente anotada en mi diario el pasado febrero: “es una especie de
tiranía que se nutre del caldo de cultivo que se produce en la masa y de ahí de
nuevo el papel de las redes sociales. Esa tiranía está enmarcada en una especie
de aprobación populista, la masa que apoya a una determinada persona. En
Polonia o Hungría, por ejemplo, se está reduciendo y eliminando poco a poco la
democracia, pero con el enorme apoyo de una mayoría. La palabra democracia
suena muy bien, pero lo decisivo es el Estado de derecho, la separación de
poderes. Hitler llegó al poder democráticamente, apoyado por una gran mayoría,
pero el que alguien sea elegido por mayoría no es lo bueno; lo bueno es que
exista la separación de poderes”. Dicho queda.
ÚLTIMA HORA, 07/11/17
Océano sin fin
Pienso en la
joven de 18 años presuntamente violada por cinco hombres en los sanfermines de
2016. Pienso en las madres de José Ángel Prenda, Antonio M. Guerrero, Alfonso
J. Cabezuelo, Jesús Escudero y Ángel Boza. Pienso en el final de La semilla del diablo, de Roman
Polanski. Veo a Mia Farrow acunando al pequeño Satanás. Inevitable recordar el
caso de Samantha Geimer. Pienso en la película La
caja de música, en la decisión final de Jessica Lange. Siento que me estoy
yendo por las ramas y vuelvo a las madres de los conocidos como la Manada. Las imagino de noche, en su
habitación, sabiendo lo que todos sabemos, habiendo escuchado lo que todos hemos
escuchado. Las imagino, luego, reunidas con la joven presuntamente violada. Pienso
en los dilemas morales, en las heridas que un reconocimiento superficial no
detectaría. Pienso en las víctimas colaterales, en lo que diría el informe del
detective que siguiera sus pasos. Pienso en la joven de 18 años, una gota mediática
en un océano sin fin.
ÚLTIMA HORA, 21/11/17