11.12.17.- Día ventoso. Las hojas se agarran
desesperadamente a las ramas de los árboles para no salir despedidas. A su vez,
las ramas se aferran a los troncos y las raíces de estos, al suelo que los
ampara. Los pocos que pasean por las aceras lo hacen con las cabezas hundidas,
como si temieran que una fuerte ráfaga se las llevara lejos. Imagino cabezas
rodando por las calles de la ciudad, descolocadas —nunca mejor dicho— frente a
esta nueva situación. Imagino que una cabeza llega rodando hasta la puerta de
casa. Le doy la bienvenida, me instalo con ella en el salón. Sin que le
pregunte, empieza a hablar del viento. Me dice que el viento es peligroso, que
todo lo agita y desordena. Las cosas se mueven y cuando esto sucede todo es
posible. Me olvido de la cabeza y me acerco a la ventana. Contemplo el
exterior. Los árboles bailan sin compás perceptible y las cabezas de las
personas ya no saben que más hacer para protegerse, como si una realidad
paralela —e inquietante— quisiera conquistar esta otra realidad que nos ha
tocado en suerte. El viento pasará porque todo termina por pasar. Entonces,
tocará hacer balance y recuento. Cosas habrán cambiado. Tal vez usted ya no sea
exactamente igual a como era antes del viento.
13.12.17.- Muertes en directo, en streaming. De las
plazas públicas a las redes sociales. El placer morboso saltando de siglo en
siglo. Lo detectas en ti. Te estremeces. De ser esto un cuento de Bolaño,
empezarías a temblar. En realidad, llevarías todo el día temblando, a pesar de
los cerca de veinte grados que reinan en tu habitación. Dudarías de las imágenes
que la ventana ofrece, dudarías de seguir vivo, dudarías de todo… Pero esto no
es un cuento de Bolaño. Esto no es un cuento, se dice el personaje en que te
vas transformando un poco a sabiendas, aunque tal vez todo sea un cuento y,
como ocurre con los cuentos, el tono es la clave. El tono antes que la
anécdota, decía el fallecido Piglia, del que leemos los diarios del personaje
en que se fue transformando, un poco a sabiendas. Muertes en directo, en
streaming. Me hago palomitas. Me pongo cómodo. Comparto esto.