Ser justo
En uno de sus poemas, el titulado “Cómo ser perfecto”, Ron Padgett
afirma: «Cuida primero de las cosas cercanas. Ordena tu habitación antes de
salvar el mundo. Después, salva el mundo». Me resulta muy sencillo, a mi edad,
identificarme con esta afirmación. Mi hija de diecisiete años, incapaz de
mantener ordenada su habitación más de una hora, diría que es una frase
conservadora, propia del pequeño-burgués acomodado, amante del orden, en que me
he convertido. Me parece bien. A mí, a los diecisiete, también me habría
parecido una frase aborrecible. Ahora, que alguien al que le cuesta un mundo
ayudar en las tareas domésticas, es decir, no predispuesto a echar una mano a
los currantes que con su esfuerzo mantienen en condiciones el lugar en que se
vive, despotrique contra los que no se arremangan para mantener el barco a
flote, es decir, contra los que solo piensan en su comodidad, me parece una
incoherencia a tener en cuenta, eso sí, una incoherencia entendible, ya que
todos, más o menos, hemos sido así de adolescentes, quiero decir, hemos sido
así de incoherentes. Hay cosas que uno debe tener en cuenta si quiere ser
justo. Buenos días.
UH, 25/08/20