jueves, 12 de marzo de 2009

Yo también quise ser un detective corrupto

En el amor y en los negocios todo vale, al menos eso se decía y quizá se siga diciendo, eso sí, lejos de los micrófonos y a poder ser en clave, no sea que tengamos un dispositivo de escucha en el lugar más insospechado. Desde que el hombre dejó el nomadismo y la jungla para instalarse cómodamente en la caverna y la vida sedentaria, la información es poder, por eso la proliferación de espías y sociólogos. Quizá se trate de la conquista de un sueño infantil, porque ¿quién no soñó con ser un detective corrupto, más o menos desesperado pero con cierta facilidad para llevarse mujeres a la cama? Me lo decía el otro día un amigo: sólo el sexo da sentido a la vida. ¿Te imaginas una vida sin sexo? Ahí Dios fue compasivo con sus hijos. Nos llenó el camino de trabas, nos hizo débiles y mezquinos, pero en el último instante tuvo un arrebato de piedad, Él, que es tan duro, y nos regaló el sexo. ¿Estás hablando de amor?, pregunté. No seas ingenuo, dijo. Pareces de la Asociación La Sonrisa Feliz o cualquier otro grupo de ideología ultra-católica. Supongo que bromeaba, no lo sé. Desde luego es bueno tener vías de escape. Impiden que te ahogues entre tanta inoperancia y corrupción, entre tanto discurso predecible. Imagino a mi amigo reprochándome este comentario. Pareces un moralista, diría. Seguro que te encanta alardear de tu cultura y tus inclinaciones social-demócratas. Pues no, no me gusta alardear. Alardear de según qué te crea problemas. De hecho, mejoro día a día en la táctica de parecer más tonto de lo que soy. Si me preguntan por Obama, recito de memoria el editorial de un periódico de tirada nacional. Si lo hacen por la corrupción, respondo que en todos los jardines crecen malas hierbas. Si la pregunta versa sobre la crisis, meneo la cabeza y digo que se trata de un asunto bastante complejo, como lo del País Vasco o la franja de Gaza. Por lo demás, no creo que valga todo. Lo digo sinceramente. Bueno, también por si alguien me lee. O por si llevo un micro oculto. Nunca se sabe.
UH, 11/03/09