viernes, 17 de abril de 2009

Un asunto muy simple

El hombre se ha especializado en construir barreras para defenderse de los otros, esa eterna amenaza. Decir que nos habría ido mejor de no haberlo hecho es ingenuo. La civilización tuvo que recurrir a ellas para después negarlas hasta la inmolación. La historia de siempre. Muchas de aquellas barreras ahora son patrimonio de la humanidad, citas indispensables para los ciudadanos de hoy, es decir, para los turistas globalizados. Ciclos inevitables, lo que nos hace escépticos y curiosos. Todo muta: el arte, el amor, la historia. Todo es moda y la moda es nada, hasta que alguien decide realizar una retrospectiva. Entonces colas de turistas dispuestos a pagar 20 euros por la entrada elevan el evento, lo que celebra, a la categoría de significativo. La ignorancia o el miedo de ayer son el arte de hoy y viceversa. Saque sus propias conclusiones, déles la vuelta e intente olvidarse del asunto. Pero hablaba de barreras y civilización, dos entidades que se retroalimentan como nacionalismos enfrentados. Todo será física y química, pero importa muy poco. Construimos muros para defendernos y, una vez a salvo, renegamos de ellos y los lanzamos a la categoría de intolerables. Más tarde llegará el momento de la reconstrucción. Pasa como con las ex amantes. ¿Cómo pudieron dejar de excitarnos? De esta contradicción se alimenta el arte, es decir, la vida. Un asunto muy simple, si no fuera tan complejo. Lo intentas explicar y acabas divagando sobre nada, es decir, sobre moda. Como cuando decides finalizar una relación sentimental. Ya saben a qué me refiero. No es por ti, es algo que debo resolver conmigo mismo, etc. Es para llorar de risa, lo sé. Nada se supera del todo. Estaba en lo cierto aquel filósofo alemán al que jamás leí. En fin, no crean que esto pretende ser una despedida, que hablo por hablar. Lo que hoy es confusión mañana será clarividencia. El azar nos muta a la espera del olvido, tan monárquico. Estas palabras no son más que unos pocos euros, apenas dos minutos de su tiempo, divagación, moda, nada. Como todo. Hasta la próxima.
UH, 17/04/09