martes, 17 de mayo de 2011

Fragmento de entrevista, 2 poemas, 1 martes cualquiera


Fragmento de una entrevista al poeta JC en su refugio secreto de Reykiavik

Periodista: En un artículo publicado en el mes de marzo del año 2011, escribió que concibe el poema como lugar idóneo donde experimentar sin restricciones con el yo biográfico y el lenguaje. Pero ¿no se supone que el poeta es un fingidor?

JC: No veo la contradicción por ninguna parte… Por otro lado, podría decirle que siempre es un fingidor, no sólo cuando escribe poesía, sino también cuando escribe artículos de opinión o responde a las preguntas de un periodista. 

Periodista: También escribe novelas, incluso guiones cinematográficos.

JC: Escribo novelas para entretenerme, para despejar la mente, cuando necesito distanciarme por un tiempo de la poesía. En este sentido, no me considero novelista. Las utilizo para volver a la poesía con más fuerza… Lo realmente importante para mí es la poesía. Lo de los guiones, en cambio, es cuestión de dinero.

--------

El poema “Los hoteles” pertenece al libro Al fin has conseguido que odie el blues. La traducción al portugués corrió a cargo de Rui A. Araújo. El poema, junto con otros cinco, se publicó en la revista “Periférica”, invierno 2005. “Las citas”, en cambio, pertenece al libro El peso de los puentes. La traducción al rumano es obra de Cristina Vlasin. Puedes encontrar otras traducciones de la misma autora pinchando AQUÍ.

--------


LOS HOTELES

Añoro los hoteles, el sentimiento apátrida
de un cuarto impersonal,
de un armario vacío con tres perchas.
Sus pasillos larguísimos, sin nadie a ciertas horas,
como las autopistas cuando uno escapa y piensa
en el cuerpo dormido que ya no ha de abrazar,
en la vida que estrena y que lo empuja.
Añoro la añoranza del hogar
que en la distancia adquiere el brillo de un tesoro
que no supimos ver cuando fue nuestro,
cuando todo era orden y pasado.
Las risas de borrachos que tropiezan con muebles,
los muelles de un somier, la tos de un viajante
que fuma mientras piensa si regresa.
¿Qué sería del mundo sin hoteles?
Los cuerpos se disfrutan de forma diferente,
con esa intensidad del que no ignora
que todo se marchita y que los dados
ruedan sólo una vez y luego es tarde.

Si el final ha de ser en una cama,
no quiero que esa cama sea la de un hogar
sustentado en mentiras y renuncias,
expuesto a la piedad de una familia.
Prefiero el desarraigo de un hotel,
sus paredes distantes, impasibles,
hechas a ver iguales a sus huéspedes,
curadas de promesas sin futuro.

Si algún día me pierdo, buscadme en los hoteles.
Nada seduce tanto
como su intimidad desangelada.


OS HOTÉIS


Sinto saudades dos hotéis, o sentimento apátrida
de um quarto impessoal,
de um armário vazio com três portas.
Os seus corredores longuíssimos, sem ninguém a certas horas,
como as auto-estradas quando nos escapamos e pensamos
no corpo adormecido que já não temos de abraçar,
na vida que começa com novo ânimo.
Sinto saudades da nostalgia do lar
que à distância adquire o brilho de um tesouro
que não soubemos ver quando foi nosso,
quando tudo era ordem e passado.
As risadas de bêbedos que tropeçam nos móveis,
as molas de um colchão, a tosse de um viajante
que fuma enquanto pensa se regressa.
O que seria do mundo sem hotéis?
Os corpos desfrutam-se de forma diferente,
com a intensidade daquele que não ignora
que tudo definha e que os dados
rolam só uma vez e depois é tarde.

Se o final há-de ser numa cama,
não quero que essa cama seja a de uma casa
assente em mentiras e renúncias,
exposto à piedade de uma família.
Prefiro o desenraizamento de um hotel,
as suas paredes distantes, impassíveis,
habituadas a ver como iguais os seus hóspedes,
curadas de promessas sem futuro.

Se algum dia me perder, procurai-me nos hotéis.
Nada seduz tanto
como a sua intimidade desenxabida.

*

CITAS

Te hablaba de Pavese. Del suicidio al engaño
y otra vez en tus ojos. Recordé aquella cita:
Las únicas mujeres con las que vale la pena casarse
son aquellas con las que no podemos
atrevernos a casarnos.
Pediste otro Bombay, abrazaste mi entrega,
y en un arranque burdo de entusiasmo
decidiste nombrarme tu amigo más querido.
Ahora me hace gracia, pero en aquel momento
te hubiese estrangulado.
Brindamos por la Creedence y Sinatra,
así de absurda era la noche. Hoy,
tanto tiempo después de nuestra cita,
revivo con nostalgia tu desprecio,
el mito trasnochado color sepia.
Los libros, la distancia, tantos puentes.
Vivir es hacinar lo que no fuimos,
la citas que una vez nos explicaron.


ÎNTÂLNIRI

Îţi vorbeam de Pavese. Despre sinucidere şi iluzionare
şi din nou în ochii tăi. Mi-am amintit de acea întâlnire:
singurele femei cu care merită        
să te căsătoreşti
sunt cele cu care nu putem îndrăzni să o facem.
Ai cerut încă un Bombay, ai îmbrăţişat dăruirea mea,
şi într-o pornire prostească de entuziasm
ai decis să mă numeşti prietenul tău cel mai iubit.
Acum mi se pare amuzant, dar în acel moment te-aş fi strâns de gât.
Am închinat paharele pentru Creedence şi Sinatra,
atât de absurdă era noaptea. Acum,
după atâta timp de la întâlnirea noastră,
retrăiesc cu nostalgie dispreţul tău,
mitul ofilit în culoare sepia.
Cărţile, distanţa, atâtea poduri.
A trăi înseamnă să aduni ceea
ce nu am fost
întâlnirile care odată ne-au definit.