martes, 10 de mayo de 2011

La correcta educación de los hijos

Lo ideal para una correcta educación de los hijos es nunca leer un libro sobre la correcta educación de los hijos, ni hablar con otros padres sobre la correcta educación de los hijos. Es más, creo que es saludable, en caso de ser padre, no hablar de la correcta educación de los hijos con nadie, ni siquiera con los abuelos de la criatura. Las personas obsesionadas con la correcta educación de sus hijos dan mucho miedo y acaban siendo un peligro para la correcta educación de sus propios hijos, incluso de los hijos ajenos, así como para la salud mental de sus amigos (por supuesto, también padres) que los escuchan en cenas interminables en las que solo se habla de la correcta educación de los hijos en general e, incluso, de la correcta educación de los hijos en particular (cosa tremendamente peligrosa para las buenas relaciones entre los distintos progenitores asistentes a la cena). Con esto no quiero decir que nunca deba hablarse de la correcta educación de los hijos, simplemente dije que era saludable no hacerlo. En caso de no poder reprimir este impulso, existen personas y momentos aptos para hablar de la correcta educación de los hijos, pero hay que saber detectarlos y no abusar de estas personas ni de estos momentos. Las personas recomendadas para hablar de la correcta educación de los hijos son aquellas sin descendencia con las que apenas tenemos confianza y, por lo tanto, con menos posibilidades de caer en la tentación del consejo o charla aleccionadora. Además, al no ser padres, no se producirá la típica competición sobre los supuestos méritos de los vástagos en cuestión. En cuanto a los momentos, todos aquellos no susceptibles de extenderse ad infinitum.

ULTIMA HORA, 10/05/11