martes, 17 de julio de 2012

Temblad, temblad, malditos

En el año 2002, es decir, ayer mismo, Ernesto Sabato, refiriéndose a la crisis que asolaba Argentina, escribía que su patria se hallaba “hundida en la miseria, sin plata para cubrir las más urgentes necesidades de salud y educación; exigida permanentemente por las entidades internacionales a reducir más y más el gasto público”. Y unos párrafos más tarde concluía: “En medio del caos, la pobreza y el desempleo todos nos estamos sintiendo hermanados quizá como nunca antes”. Ignoro si este “todos” de Sabato era fruto de la exageración o si en verdad, por aquellas latitudes, todos se sentían hermanados como nunca. Aquí, desde luego, este “todos” debería sustituirse por “la mitad de siempre”. Si no, vean el ya famoso vídeo de Andrea Fabra. Con todo, las palabras de Sabato –leídas el mismo día en que los titulares de este país anunciaban los nuevos recortes– traen a mi mente aquellas otras escritas por un tal Marx y un tal Engels en un manifiesto de cuyo nombre no quiero acordarme. Concretamente, al referirse a las crisis burguesas, los autores referidos explicaban que las crisis se remedian preparando otras más extensas e importantes así como mutilando los medios de que se dispone para precaverlas. ¿Cabría hablar del eterno retorno? En fin, estas líneas bien podrían haber inspirado los versos del poeta cibernético Nica Dalton: “Y mientras vamos cayendo / ya van preparando / -en la retaguardia- / una nueva crisis / mucho más dura / y mejor justificada / que la actual”. Será cuestión de ir temblando. 

ULTIMA HORA, 17/07/12