martes, 20 de noviembre de 2012

Tiempos modernos

Gracias a la aplicación Shazam de mi Smartphone averiguo que el tema que la radio escupe se titula “Rayos de sol” y que sus intérpretes son José de Rico y Henry Méndez. Por el número de reproducciones, debe tratarse de todo un éxito. La de veces que me habré movido (no oso emplear el verbo “bailar”), cubata en mano, al compás de melodías como la que ahora suena, indistinguibles todas ellas entre sí. Tras la inesperada insolación, le llega el turno a otro ritmo supuestamente pegadizo. Todo tiene un límite. Apago la radio. En el trabajo, en menos de una hora, tres personas diferentes me preguntan si ya he leído (el adverbio vuelve odiosa la pregunta) Cincuenta sombras de Grey. Por lo visto, se trata de una novela erótica que causa furor. El hecho de no haberla leído hace que en sus rostros asome la sombra de la decepción. Parecen querer decirme, con su expresión, que nunca llegaré a nada si no empiezo a leer literatura popular. Por fortuna, no lo dicen. Yo, que soy una persona prudente, me abstengo de agregarle a mi frase la coletilla “ni pienso hacerlo”. Ya se sabe: todo equilibrio requiere de renuncias. Una vez en casa, decido relajarme frente al televisor. Si fuera más sensible, a buen seguro que mis lágrimas se unirían a las de Malú, Bisbal o Melendi en el sentido programa “Tu voz me suena”. Me pregunto qué diría Norman Mailer de tremendo espectáculo. Ya en la cama, escribo en mi móvil una sesuda reflexión sobre los tiempos modernos y la publico en Facebook. El éxito no pasa de moderado. 

ULTIMA HORA, 20/11/12