lunes, 18 de febrero de 2013

Siete cachitos de José Viñals

2

Visité a las putas del prostíbulo de Corralito. Me dijeron: “Si has de ser Poeta debes probar el Misterio”.

10

Descendí del caballo y te amé fugazmente. Nada más breve que lo eterno.

13

No el poema, el conjunto. A su hora gregaria el pájaro es bandada.

39

Una vez nos cruzamos mi hermano y yo, él en su caballo, yo en el mío. Nos saludamos ceremoniosamente. Él se quitó el sombrero. En la frente tenía las señales de la decencia. Él no pudo ver las mías, fueran las que fuesen, pues me envolvía la noche que me envuelve. No tengo orgullo de mis cicatrices.

83

Chocó contra los cristales de las pantallas acústicas de la carretera y cayó muerto. No se suicidó; el estornino creía en la transparencia.

88

Eres bella pero no inmaculada. No hay belleza en lo intacto. He aquí huellas humanas: ha pasado el hombre, ha alterado la vida. Si eres inalterable no nos sirves.

90

Con sus gafas graduadas para ver de cerca, el anciano poeta mira el infinito.


De Elogio de la miniatura