"Punto y aparte" (1966-1990), editorial Comares, La Veleta (1992) |
Algunas reflexiones de Miguel d’Ors en torno
al hecho de escribir, extraídas del epílogo a su libro Punto y aparte:
(…) Por eso las únicas generalidades que hoy me
atrevo a sostener en este terreno son cosas como que poetizar tiene algo que
ver con pensar mediante imágenes, manejar las connotaciones de cada adjetivo,
cada verbo y cada nombre, adjuntar al sustantivo un calificativo que lo haga
como aparecer ante los ojos del lector, desplazar ligeramente un acento hacia
aquí o hacia allá, perpetrar aliteraciones, dar tormento a la gramática para
obligarla a cantar, urdir el hechizo de los paralelismos, las anáforas y las
enumeraciones, apagar el tono o levantarlo cuando es conveniente o entablar un
diálogo latente con otros poetas. Cosas que, como se ve, pertenecen más que a
la Poesía a la artesanía (…)
(…) Alguna vez he declarado que me considero
un poeta de excelente técnica… que empleo primordialmente en disimular la
técnica en mis poemas (…)
(…) una memoria absoluta, como la del Ireneo
Funes del cuento de Borges, impediría la poetización del pasado, pues los
recuerdos sólo son poéticos cuando se nos presentan suficientemente diluidos y
deformados; en definitiva, suficientemente transmutados en alma.