viernes, 11 de abril de 2014

Personas que te encuentras

Hay personas que te vas encontrando a lo largo de tu vida, de las que nunca llegas a saber nada, al menos nada sustancial. A veces, esta reiteración prolongada en el tiempo propicia que os saludéis con un movimiento de cabeza, una sonrisa discreta o, incluso (y esto ya es un exceso), con un “hola, qué tal”. Se sitúan fuera de tu círculo vital, pero forman parte de tu vida. Las has visto en la cafetería del campus universitario, años atrás, o en la barra de aquel bar donde acababan todos los que no tenían pareja; te has cruzado con ellas por las calles comerciales del centro, en aquel gimnasio donde aguantaste unos meses, incluso en algún aeropuerto internacional. Han pasado años sin que os vierais hasta que un día cruzaron por el paso de peatones cuando el semáforo para vehículos estaba en rojo. En algún momento, vuestros caminos pudieron converger, pero, finalmente, lo que pudo haber supuesto un inicio de algo, un cambio en las no-circunstancias que os engloban, se diluyó en ese caldo de caminos abortados o no emprendidos que perfilan nuestra vida. Un día dejarás de verlas de un modo definitivo y ni te darás cuenta. Habrán muerto o habrán cambiado de barrio o de ciudad. Pudo ser tu mejor amiga, tu marido o tu asesino; pudo ser, de haber acudido a aquella entrevista, la cara que habrías visto cada día durante meses frente a tu mesa de trabajo. Tienen algo de espejo. A veces propician una nostalgia tenue, si bien la mayor parte del tiempo caminan del lado de la indiferencia. Es bueno saber que, para ellas, tú formas parte de esa categoría.

ULTIMA HORA, 08/04/14