Ochocientos
caracteres. El nuevo espacio de que dispongo para mis artículos semanales. Bueno,
a partir de ahora aparecerán cada dos semanas. Eso sí, conservo el día: martes.
¿Qué decir en ochocientos caracteres? Entre poco y nada. Yo, que nunca me sentí
atraído por ese género llamado microcuento o microrelato, me veo abocado a
condensar en ochocientos caracteres lo que quiera decir. Es cierto que a veces
no tienes nada que decir y tiras de oficio y juntas un centenar largo de
palabras y si te he visto no me acuerdo. Me lo tomo como un reto. He aquí mi
nuevo talente: positivo. Me niego a verlo como una disminución. Se trata de una
oportunidad. Aprendí la lección. Veo la tele. Dos frases más y ya habré llegado
al límite impuesto por el periódico. Una más, venga: ayer fue mi cumpleaños. ¿A
ver? 803 caracteres hasta el segundo signo de interrogación. Está chupado. En
fin, traigo aquí mi debut en la nueva medida.
Ay, qué nostalgia de aquellos casi 2.400 caracteres de mis inicios, allá por agosto de 2007.