Breve reflexión sobre premios literarios. Pienso en poesía. Se criticaba (y supongo que se seguirá criticando) la participación de según qué poetas en según qué concursos. Se esgrimía que la finalidad de estos concursos es dar a conocer a autores que, de otro modo, tendrían difícil publicar. La proliferación de pequeñas editoriales (que realizan una labor estupenda) y la utilización de las redes sociales tanto por estas editoriales como por los propios poetas hace que estas críticas carezcan de sentido. La posibilidad de publicar y asomar el hocico pasa por otro lado. Existen bastantes ejemplos de poetas jóvenes que lograron publicar y darse a conocer gracias a su hábil manejo en las redes sociales, sin necesidad de premio ni crítica en suplemento cultural tradicional. Hoy, lo que hace que según qué concursos resulten atractivos reside en el dinero que se puede ganar con ellos. Y a todos nos viene bien un pellizco económico. Otro tema diferente es la honradez de jurados, organizadores, etc.
jueves, 25 de septiembre de 2014
Leo el libro de poemas que un amigo me regaló. Se trata del libro de un amigo de mi amigo. Lo hago sentado en el váter, de principio a fin. Los poemas entran y salen de mí sin dejar rastro. La perfección formal (qué aún no sé exactamente en qué consiste) no resulta suficiente. Si no vinculas la abstracción a un temblor personal la cosa no resulta, se muere en el vacío. La mera idea no basta, no calienta. Se puede ser contenido si previamente se tiene algo que contener. No te quedes en que el mar es azul, di por qué ese azul te golpea los ojos. Lo puedes decir o sugerir sin necesidad de desnudarte, etc.
lunes, 29 de septiembre de 2014
(...) P., pésimo poeta y nefasto articulista, ha conservado su espacio tras la reestructuración a que sometieron la parte del periódico dedicada a opinión. ¿Dónde me deja esto? Quiero pensar que se trata de un tema de antigüedad o compromisos adquiridos. No me cabe en la cabeza que alguien pueda defender el trabajo que P. viene realizando. Bueno, sí me cabe en la cabeza. Lo folclórico y el tono amable, empalagoso incluso, tienen buena acogida entre los lectores.
jueves, 02 de octubre de 2014
Estrenamos octubre con leves sacudidas. Es como si el terreno que piso hubiese dejado de ser sólido, al menos, lo sólido que venía siendo en los últimos años. De un tiempo a esta parte, todo son cambios. Cambios insustanciales, si se quiere, pero cambios al fin y al cabo. Soy consciente de que todo cambio implica una oportunidad, nuevas expectativas, y que cambiar es estar vivo… pero, en fin, nunca fui muy amigo de los cambios. Veremos dónde me deja todo este proceso.