martes, 23 de junio de 2015

El fin

Año 2045. La Tierra se ha convertido al fin en el lugar inhóspito que todas las fantasías catastrofistas pronosticaron. El debacle final no lo ha causado la temida guerra atómica, ni un ataque alienígena, ni la irrupción de un virus letal para el que no existía cura, ni el alzamiento de unos robots que de la noche a la mañana cobraron conciencia de su existencia. Ni siquiera el tan ninguneado cambio climático ha sido el causante de la casi total extinción de nuestra civilización. Siempre pensamos que la amanezca se encontraba fuera, que el fin vendría por un ataque exógeno. Debíamos estar preparados contra nuestros enemigos, contra la naturaleza o la tecnología. Sin embargo, la ofensiva llegó desde dentro. El humor fue suprimido de nuestras vidas. Los chistes fueron prohibidos. Al principio sólo se prohibieron los declarados altamente ofensivos, pero la cosa se desbocó. Se hizo en nombre de la sensibilidad y el respeto, qué ironía. Esto es un aviso, por si queda vida inteligente ahí fuera.

ULTIMA HORA, 23/06/15