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| Imagen extraída de la revista digital www.actualidadgadget.com |
Hoy por hoy, Thomas A. Anderson no es más que un niño, al igual que John Connor; juegan con los móviles de sus padres, ajenos al sombrío futuro que les espera. En dos décadas, 18 millones de empleos en Alemania será desempeñados por robots, al menos es lo que asegura un estudio realizado por el banco ING-DiBa. Se trata de algo generalizado. En 2013, investigadores de la universidad de Oxford pronosticaron que, en los próximos 10 años, el 47% de los empleos en Estados Unidos podrían ser realizados por autómatas. Algo así dinamitaría nuestro sistema social. ¿Hay marcha atrás? Miro alrededor. Vivimos todo el día conectados, esclavos de las máquinas. Ellas determinan la manera en que interactuamos entre nosotros. Somos una sociedad drogadicta. Demandamos nuevas dosis, más intensas. En una entrevista reciente, el neurólogo Facundo Manes defendía la importancia de que los niños volvieran a aburrirse, a tener introspección, a imaginar… No se trata de volver atrás, de añorar tiempos pasados, sino de no perder cierto grado de autonomía y control. De momento, Neo y John juegan con los móviles de sus padres. Esperemos que la relación no se invierta.
ULTIMA HORA, 09/06/15