domingo, 13 de marzo de 2016

César Aira. Sobre el arte contemporáneo...


Sobre el arte contemporáneo / En la Habana
(Random House, 2016)

Para César Aira, la misión última del arte es crear y poner en circulación valores nuevos. Esto resulta decisivo para diferenciar entre arte y artesanía. El arte sería lo que hace funcionar el motor mientras que la artesanía –que puede proporcionar tanto o más placer que el arte, ya que el fin último del arte no es proporcionar placer– se emparenta con el equipamiento y todos los extras disponibles para hacer de la conducción un asunto más agradable.


Y ahora es cuando tendríamos que hablar de la irrefrenable carrera del arte por huir de la posibilidad de su reproducción.


Dice César Aira: “No se puede fotografiar un concepto”.


Esta frase condensa la breve e intensa historia del llamado arte contemporáneo.  


Y continúa: “la obra y su reproducción se persiguen tan de cerca que llegan a confundirse. La reproducción misma se vuelve obra de arte, o, más precisamente, arte sin obra. (…) El arte se vuelve un juego ligeramente fantástico con el tiempo: es la documentación de algo que fue, y a la vez promesa de algo que será. (…) la reproducción se vuelve obra, y la obra reproducción, cuando ambas comprenden que lo que importa es la historia, el guion de la fábula, que mueve a ambas”.


La fábula es crucial.


Sin contexto, ya no hay posibilidad de arte.





***

Y para terminar, esta pequeña fábula:


“Supongamos que Kafka no hubiera existido, y que hoy un grupo de escritores en una experiencia de creatividad literaria redactara El castillo, La metamorfosis, Josefina la Cantora, exactamente, hasta la última palabra, tal como en el mundo real las escribió Kafka. ¿Valdrían lo mismo para nosotros? Evidentemente no, porque les faltaría lo más importante: Kafka”.