sábado, 21 de mayo de 2016

Mayo: cementerio industrial recién bombardeado [fragmentos de un diario]


lunes, 09 de mayo de 2016

Leo varias noticias sobre la elección de Sadiq Khan como alcalde de Londres. Llama la atención que, en una de ellas, aparezca más veces la palabra “Daesh” que el propio apellido del político laborista. Irremediablemente, uno acaba relacionando la elección de Khan con el terrorismo islamista. Objetivamente, el artículo no era negativo, es más, había tramos en que resultaba ligeramente elogioso. El mensaje subliminal, sin embargo, ya estaba colocado. Punto para el periodista.

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jueves, 12 de mayo de 2016

Una decena de chinos frente al restaurante Wok. Todos fuman en silencio. Todos contemplan sus zapatos. Todos parecen nerviosos, preocupados por algo que en breve se manifestará. Los miro unos segundos. “Aquí se cuece algo”, me digo, “una historia”. Cuando estoy por reanudar mi paseo, alguien desde el interior del restaurante abre sus puertas. La decena de chinos reacciona al unísono. Todos alzan la cabeza. Todos lanzan sus cigarros. Ninguno se molesta en apagarlo. Se diría que llevan años ensayando esta reacción. No hay nada más terrorífico que la unanimidad. Una vez que el restaurante los ha engullido, la acera vacía asemeja un cementerio industrial recién bombardeado.


viernes, 13 de mayo de 2016

Eduardo Rabasa, autor de La suma de los ceros: “En Madrid presentó La Suma de los Ceros César Rendueles (Sociofobia) y me explicaba que sus estudiantes estaban completamente anestesiados, no les emociona nada, tienen un desencanto crónico. Están como embriagados por la pantalla del ordenador y las redes sociales. La utopía digital y el activismo online ha generado justo lo contrario a lo que pretendía: ciudadanos cínicos, apáticos y sedados”. Tengo mis dudas. Me da que los jóvenes de hoy están más politizados de lo que lo estaban los de mi generación. Se hace difícil comparar tiempos diferentes. Por otro lado, creo que lo de “embriagados por la pantalla” puede aplicarse no solo a los estudiantes… Conozco a más de uno con sus buenas canas abducido por “la pantalla del ordenador y las redes sociales”.