sábado, 28 de marzo de 2009

EXTRANJERO

Tafí del Valle

¿Te gusta conducir?



Embalse de Cúber


El burro






El Gorb Blau





Después de comer




Cony anda por Londres, visitando a su hermana, y yo estoy en casa, solo, junto a una botella de hierbas dulces y una montaña de libros. Ernesto Sábato, Blaise Cendrans, Roberto Bolaño, Estanislao Pellicer y Slavoj Zizek. Entre otros. Son las ocho y ya está oscuro. Todavía no sé si saldré esta noche. He pasado todo el día fuera. Me apetecía conducir, sentirme extranjero, exprimir la soledad hasta sacar algo bueno de ella. Valldemossa, Deià, Sóller, los embalses de Cúber y el Gorb Blau, Lluc, Pollença y de nuevo Palma. En el coche, Quique González y Andrés Calamaro. Volver a escuchar a Quique después de tanto tiempo ha sido catártico. Conducía y cantaba. Me imaginaba compartiendo escenario con el madrileño, cantando a dúo la de Arañazos de piel roja. De vez en cuando, detenía el coche para hacer fotos. La Sierra atesora paisajes fantásticos. Me ha sorprendido la cantidad de animales (ovejas, cabras y un burro) que me he encontrado a lo largo del camino. Esto me ha hecho recordar aquella otra excursión en coche, en Argentina, de Tucumán a Salta. Dejando Tafí del Valle tuvimos que parar el coche para que un grupo de caballos cruzara la carretera. Pensé en Raymond Carver, no sé muy bien por qué. Finalmente he comido en Pollença. Todo eran ciclistas y senderistas alemanes. Y sudamericanas trabajando en los bares y restaurantes del pueblo. Llevaba conmigo los libros de poemas Extravío, de César Simón, y La latitud de los caballos, de Juan Vicente Piqueras. No hay como sentirse extranjero en tu propio país para poder amarlo. Ahora estoy en casa. Hace un momento he terminado de escribir un artículo para el Última Hora. Lo he titulado Patria. Las hierbas empiezan a hacer su efecto. Mejor lo dejo aquí.