viernes, 21 de agosto de 2009

Yo, Aramis Fuster


El mejor escritor del próximo siglo será un robot, el cual se quejará amargamente de la falta de lectores. Las Islas Baleares desaparecerán a causa de una prueba nuclear realizada por Mongolia con autorización expresa de Irán, futura potencia mundial. El presidente de Espanha, provincia de Portugal, lamentará la pérdida, pero no mucho. En las escuelas se enseñará que Darwing no fue más que un programa informático infectado por un virus. El fútbol será recordado como el arte más complejo y sutil creado por los seres humanos. Nadie sabrá quiénes fueron Cervantes o Shakespeare. Los pocos hablantes que conservará el espanhol de Portugal se manifestarán en contra de las políticas represivas procedentes de Lisboa, títere en manos de Teherán. Lo que hoy conocemos como Estados Unidos será declarado patrimonio de la humanidad y reserva ecológica, y los viejos que puedan disfrutar de su retiro, obligatorio a partir de los 90 años, serán enviados allí con un traje anti-radiación reglamentario a precio de coste. Seguirá vivo el debate de si el mallorquín o el menorquín o el ibicenco o el formenterés o el idioma-modalidad que hablaban mis parientes de Pollença es catalán o viceversa, si bien ya nadie hablará ninguno de estos idiomas y/o modalidades. Un científico nigeriano demostrará que Adán y Eva sí existieron, pero ya no habrá un Papa al que alegre tal noticia. El mayor terremoto de la historia se tragará Argentina, pero al cabo de unos días reaparecerá frente a la costa angoleña para fastidio de los piratas, convirtiéndose así, Argentina, en una gran isla y en el séptimo continente oficial. Todo esto es cierto e ineludible. Bienvenidos al futuro.

UH, 21/08/09