martes, 16 de marzo de 2010

Cinco apuntes sobre actualidad


Las argumentaciones políticas cambian según sople el viento. Se utiliza la aritmética, el supuesto bien común (tan fácilmente confundible con el bien propio), lo que conviene en términos de realpolitik*, la legitimidad, la legalidad, esos principios etéreos tan fácilmente manipulables para poder alcanzar la conclusión decidida de antemano. Lo que importa del discurso es la conclusión a que se llega, no su argumentación, no su lógica.

Seguimos con asuntos políticos. El empeño por amordazar al juez Garzón por parte de algunas personas o instituciones da que pensar. Hay cosas en las que es mejor no meter la nariz. Al menos es lo que parece desde la periferia.

Una mala noticia para los agoreros profesionales: 2009 registró la tasa de criminalidad más baja de la década. Al final resulta que España es uno de los países más seguros de Europa. Quién lo diría viviendo bajo el aluvión de malas noticias en que vivimos.

Una obviedad que debe recordarse cada poco. No hay mejor baremo para medir la inteligencia y el grado de racionalidad de un individuo o conjunto de individuos que el sentido del humor. Que un dibujante de caricaturas sea amenazado de muerte, es más, que sea atacado con un hacha por la realización de unos dibujos, retrata bastante bien el grado de fanatismo, es decir, de ignorancia, de según qué personas o colectivos. Dense por aludidos, además de los autores e instigadores del hecho, todos los fanáticos profesionales de este país.

Para acabar. Barbara Rosenkranz, una nostálgica, pide la legalización del partido nazi en Austria. Cada vez entiendo más la actitud de Thomas Bernhard con respecto al país en que vivió**.
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* Siempre quise emplear esta palabra.
** ¿Tal vez sea excesivo?
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UH, 16/03/10