lunes, 17 de mayo de 2010

Tontos y cínicos (o monólogo estúpido de un escritor con problemas)


Quería escribir un libro, tal vez una novela, que fuera y sonara de verdad, algo auténtico, pero previamente debía sortear un problema. ¿Cómo escribir un libro así si no se cree en la sinceridad? La sinceridad nunca me ha interesado, soy incapaz de creer en ella. De siempre he recelado de los autoproclamados sinceros. La sinceridad vendría a ser una especie de utopía que nos han vendido como buena, algo así como el comunismo o la religión, pero ya sabemos como acaban este tipo de cosas. Ahondando en el tema: a la hora de escribir o de crear en general, se produce un desdoblamiento, una conciencia del efecto estético, que aniquila cualquier atisbo de sinceridad. ¿Entonces qué? Entonces nada. Escribir asumiendo que todos mentimos, que todos representamos algún papel. No es tan fácil. Esta toma de conciencia paraliza. Hay que ser muy tonto o muy cínico para seguir como si nada. Si eres capaz, mejor te dedicas a las finanzas. Es posible que llegues a directivo o broker. De hecho, la gran literatura de hoy la escriben los economistas como Joseph Stiglitz o los músicos como Mark Oliver Everett. De todos modos, sé que estoy desbarrando. Tal vez sea la única manera de hacer algo digno. Se puede escribir un libro de verdad, auténtico, sin tener que recurrir a la sinceridad. De hecho, al no existir, a ser incompatible con el ser humano, resulta imposible echar mano de ella a la hora de escribir o echar un polvo. Miente honestamente. Los mejores polvos y la mejor literatura nacen de mentiras honestas. Asume que eres tonto y cínico y siéntate y escribe tu libro o dile a esa mujer impresionante que se deje de economistas y manuales de autoayuda y se venga a tu casa. ¿Te atreves?

ULTIMA HORA, 04/05/10