martes, 28 de septiembre de 2010

Artista, un retrato


Responde al siguiente lema: antes equivocado que políticamente correcto. Suele alardear de opiniones contrarias a las tenidas por mayoritarias. Es alérgico a todo lo que huela a masa, a pensamiento dirigido. Desprecia a los personajes amados por el gran público: Iker Casillas, Rafa Nadal, Antonio Banderas, etc. Se jacta de no haber leído Los pilares de la tierra, o de no haber visto Avatar o Piratas del Caribe. Sus escritores favoritos suelen llamarse Mark Oliver Everett, Patrick de Witt o cualquier otro nombre que contenga dos tes. Si por lo que sea estos escritores se ponen de moda, los reemplaza por otros con suma celeridad. Resulta del todo imposible hablar con él de música. Lo más comercial que se aviene a escuchar es Nacho Vegas o Micah P. Hinson, del que por supuesto se comprará su primera novela. Si el azar o la carne (en esto es como todos) le obligan a finiquitar la noche en un antro de moda (algo así como Costa Club o Mar Salada), automáticamente su semblante adquirirá un aire irónico y despreciativo bastante acusado. Será su modo de dar a entender al resto del mundo que se siente superior a todos los buitres babosos que se retuercen en la pista al ritmo del Waka Waka. (En efecto, está convencido de que el mundo entero vive pendiente de su semblante). Es capaz de citar a Albert Caraco o Knut Hamsun con pretensiones lúbricas, o de soltarle una hostia al primer imitador de Chiquito que pase por su lado. Por supuesto sufre trastorno bipolar. Se enamora y desenamora en tiempo récord. Jamás pide autógrafos ya que nadie está a su altura. En realidad se siente muy solo. Está perdido. Sólo quiere que lo quieran. Si lo ven, denle un fuerte abrazo.

ULTIMA HORA, 26/09/10