Queda prohibido cualquier deporte o simulacro que conlleve riesgo para la salud tanto física como mental de deportistas y espectadores. Ya no se podrá fumar en lugares públicos ni privados ni en las películas de gánsteres o cualquier otro género decadente. Los que tengan mascotas en casa susceptibles de emitir algún sonido superior a los decibelios equivalentes a un pedo de dimensiones normales (no el clásico pedo que te sueltas por la mañana para agradecerle a la vida un día más) tendrán que empezar a pensar de qué manera sacrificarlas ya que, en breve, vamos a prohibir la tenencia de estos animales, eso sí, siempre que se tengan vecinos a menos de tres kilómetros a la redonda. Queda prohibido beber alcohol, cualquiera que sea su graduación, en la calle o cualquier espacio público, y estamos estudiando la posibilidad (y cuando estudiamos posibilidades somos más peligrosos que cualquier ayuntamiento con espíritu innovador) de prohibir su ingesta incluso en bares y domicilios particulares. Queda prohibido dormir fuera de casa sin justificación previa. Asimismo prohibimos mirar el culo o las tetas de las mujeres que pasean, independientemente de la indumentaria que porten. También se prohíbe hablar por el móvil en recintos públicos en los que haya más de dos personas. Por supuesto se prohíbe gritar o silbar. En este punto aplicaremos el baremo utilizado para los sonidos de las mascotas, es decir, el del pedo de dimensiones normales. Y que nadie se atreva a rascarse los huevos. O a sacarse un moco de la nariz. Evidentemente, queda totalmente prohibida cualquier forma de mendicidad. Las prohibiciones relativas al sexo serán expuestas en otra ocasión. Bienvenidos al Paraíso.
ULTIMA HORA, 21/09/10