AMÉRICA
.
Está en el modo que ha tenido el viento
de moldear la piedra,
está en las avenidas de neón
y en la noche sin luna en la autopista.
Marca a esta tierra joven
con un silencio antiguo
y una luz que es deseo.
Es la violencia.
Se asoma en las miradas,
en cada rostro y cada esquina,
y ya empieza a notarse
en mi forma de conducir,
o en cómo hacemos el amor
cuando la puerta del motel de turno
se convierte en excusa suficiente,
en coartada feroz,
en última frontera.
Se asoma en las miradas,
en cada rostro y cada esquina,
y ya empieza a notarse
en mi forma de conducir,
o en cómo hacemos el amor
cuando la puerta del motel de turno
se convierte en excusa suficiente,
en coartada feroz,
en última frontera.