martes, 12 de junio de 2012

Badlands

Ella es joven, muy joven, tal vez demasiado; me recuerda a la niña pelirroja de Badlands, primer largometraje de Terrence Malick. Fue rodado en 1973, año de mi nacimiento. Ahora, Sissy Spacek, la niña pelirroja, es una mujer de 63 años, pero este dato carece de importancia. Ella es joven y, como la niña de la película, parece sentirse atraída por las situaciones límite. Su inocencia es solo aparente. Me dice que quiere que la rescate, que la intervenga para así enderezar su rumbo. Luis de Guindos me llama y me aconseja que no me precipite. Angela Merkel también llama, pero no me apetece hablar con nadie. Este mundo creado por los hombres es cruel y su crueldad nada tiene que ver con la crueldad de la naturaleza. Terrence Malick dirige esta película y no se deja ver. Aprendió del Gran Creador. Es una escena complicada y debo improvisar. Quiere saber, la joven, qué debe hacer para escribir buenos poemas. Lo primero, le digo, evita la economía si no quieres acabar como el pobre Ezra Pound. Debes desconfiar de la llamada vida sana, del nuevo sacerdocio que ha creado. Por mucho que te digan, continúo, no es necesario leer a poetas premiados con el Nobel tales como Octavio Paz o Derek Walcott (pero tampoco pasa nada si los lees). Las líneas verdaderas, digo, suelen ser las más caras, pero también las mejores. Y ya para terminar y como decía el pobre Ezra Pound: no prestes atención a la crítica de hombres que jamás escribieron una obra notable. Entonces ella se va y yo me quedo solo y sin rescate. 

ULTIMA HORA, 12/06/12