martes, 19 de junio de 2012

El Gran Capo

No quiero intermediarios, todo lo enredan. Me sobran obispos, cardenales, confesores. Prefiero tratar directamente con el Jefe, con el Gran Capo. Quiero charlar cerveza en mano, los pies sobre la mesa, como hacen los que dominan o creen dominar el mundo. Quiero contarle y que me cuente chistes guarros. Nos reiremos con ganas mientras palmeamos nuestros muslos y negamos con la cabeza. Hablaremos, después, sobre la Eurocopa y la Eurozona y discutiremos sobre si conviene o no que los alemanes acaben imponiendo su ley –que no es la Ley, pero se le parece. Hablo de las dos competiciones, la deportiva y la económica. Le preguntaré por qué no interviene. Para que no me acuse de partidista, Le propondré que ganen los griegos (tal vez, cuando lea este artículo, Grecia esté fuera de ambas competiciones, pero no importa*). Pensar que nuestro mundo empezó y terminará con ellos… Alabaré Su sentido del humor. Quiero que me mire condescendientemente y que pose Su mano sobre mi hombro. Lo imagino diciéndome: “Os hice libres, responsables de vuestros actos; apechugad con esta carga”. Quedaremos como grandes amigos. Pasaremos por el “momento confesiones” con toda la dignidad con que es posible pasar por este tipo de momentos, sin arrepentimiento posterior. Quiero decirle que nunca dejé de creer en Él. Sabrá que miento, pero no Le importará. Quién no vivió en el Gólgota unos minutos. Después veremos salir el sol. Nos habremos pulido una botella de JB. Quiero dormir apoyado en Su hombro. Quiero despertar y creer que nos ama. 

  *Parece ser que al final siguen vivos tanto en la Eurocopa como en la Eurozona. 

ULTIMA HORA, 19/06/12