viernes, 21 de septiembre de 2012

Un ménage à trois inesperado: Alberto Moravia, Daniel Ortiz Peñate y un servidor



Sostiene el narrador y protagonista de la novela El amor conyugal, escrita por Alberto Moravia:

Hay libros imperfectísimos, mal construidos, farragosos y embarullados, pero vivos, que leemos y leeremos siempre, y hay en cambio libros perfectos en todas sus partes, bien estructurados, bien compuestos y ordenados y pulidos, pero muertos, que pese a toda su perfección desechamos, y con los que no sabemos qué hacer. 

En la frase siguiente asegura, el mismo narrador, que a tal conclusión ha llegado después de muchos años de lectura y de ejercer la crítica literaria.

Ha sido leer tal afirmación y descubrir (aunque muy dentro de mí lo sabía) qué era aquello que tanto me atraía de Hola fondo sur, de Daniel Ortiz Peñate. Se trata de un libro imperfecto, ciertamente, a veces lastrado por un lirismo mal resuelto, un tanto en bruto; un libro embarullado, sí, de influencias obvias, pero vivo, tremendamente vivo. Un libro que transmite vida. Cada tarde de esta semana he emprendido un viaje por caminos conocidos, trillados pero atrayentes, de la mano de Daniel Ortiz. Está de más decir que el viaje no era a su historia, sino a la mía, aquella que no pude o no supe escribir. Digamos que sus virtudes están más del lado de la vida que de la literatura (dicotomía en la que no creo o no quiero creer). Tal afirmación es arriesgada, imperfecta, rebatible de mil formas diferentes. Mañana tal vez me arrepienta, pero ahora (viernes noche, sueño, hambre, sed, sensación de insaciabilidad, soledad, silencio) se me antoja como una verdad incuestionable, una verdad que necesita de una explicación puntillosa que no estoy en disposición de ofrecer.




La inmediatez de internet puede ser una putada. Antes de publicar un texto en vuestro blog, dejadlo dormir un día entero en el interior de vuestro ordenador. No hagáis como yo. ¡Jamás!

Esta noche de viernes no reclamaba tal urgencia.

Me vuelvo al sofá con Moravia y Ortiz.

Un ménage à trois inesperado y sugerente.