miércoles, 17 de octubre de 2012

Un asiduo de las bibliotecas públicas: "Quién no quiso ser el puto rey de los capullos con 18 años"




No tendría 20 años cuando leí Menos que cero, de Bret Easton Ellis. Aquella novela me dejó tocado. Su estilo frío, directo, etc., me subyugó. El distanciamiento glacial que el narrador coloca entre él y lo que cuenta, etc. En fin, hay muchas críticas por ahí. Puedes leerlas si quieres. Lo cierto es que yo –como muchos– quería escribir una novela como aquella. Es más, en mis fantasías de flaco melenudo, podía verme en descapotables que circulaban a más de diez mil kilómetros por hora por autopistas junto al océano, acompañado siempre de rubias monumentales sin alma ni restricciones proletarias. Ríete de Felix Baumgartner. Quién no quiso ser el puto rey de los capullos con 18 años. Pero pasó el tiempo. Me convertí en un capullo (no alcancé a ser el rey), pero con restricciones proletarias y sin descapotable. De las rubias mejor no hablo. Me olvidé de Bret Easton Ellis. Publicó otras novelas, pero apenas me enteré. Vi, eso sí, la película American Psycho, y me pareció malísima. A lo que iba. Este lunes me pasé por la biblioteca Can Sales. ¿Debo insistir en lo de las restricciones? No tenía ninguna idea preconcebida. Me gusta acudir así a mi cita semanal. Nunca sabes qué te puedes llevar a casa. Eso está bien. La incertidumbre. La sorpresa. Sobre todo si estás casado y por tu mente no pasa dejar el trabajo en el que vas puliéndote el alma día a día. En fin, que ahí estaba yo, paseándome entre anaqueles repletos de libros cuando lo vi: Suites imperiales, de Bret Easton Ellis. Habían pasado más de 20 años desde aquel primer encuentro. Decidí darle una oportunidad. De hecho, se la estoy dando. Llevo leídas 36 páginas y me parece un libro aburrido. He decidido otorgarle 14 páginas de margen. Por los viejos tiempos. Si cuando llegue a la 50 me sigue aburriendo (no soy Vila-Matas, no tengo problemas con los números redondos), lo dejo y me pongo con Diario de Golondrina, de Amélie Nothomb. He dicho.