sábado, 15 de diciembre de 2012

Ejercicios de estilo. Tres formas de narrar un mismo hecho

[Uno de los muchos ejercicios que se realizan en el taller literario impartido por Sancevá]


1#
Media tarde. Has decidido acercarte al centro. Tu librería habitual ya ha recibido el libro que encargaste. Paseas entre la gente. Imágenes de un decorado conocido. Elementos móviles o susceptibles de movimiento insertos en el paisaje urbano. La interacción es automática, más allá de las fórmulas de protocolo. Células, moléculas, electrones en plena actividad. Eres consciente de formar parte de un organismo superior. Te llegan olores, sonidos, pero son parte del entramado. Pueden resultar molestos, pero carecen de biografía, de interés. Entonces ocurre: se establece contacto visual. Pupilas que se encuentran. Una falla en el sistema inmunológico. Una brecha. Un instante de intimidad. Cobras consciencia de la corporeidad del otro. Le sabes un pasado, un peso concreto, un olor corporal. Le sabes vello, herida y mancha. Un anhelo. Un hartazgo. Si es del sexo que te atrae, imaginas el sabor de su boca, los recovecos que la ropa hurta a la mirada. La ciudad se detiene. Esos ojos se agrandan, crean puentes de aire. Un striptease sutil, una confesión muda; una advertencia, una promesa cifrada. Dura un instante. El tiempo se constriñe para después dilatarse. Matrimonio fugaz, todo se pierde. El desagüe lo engulle. Sensación de vacío. No te gires. Recobra la prudencia. Detén la hemorragia. Reincorpórate al decorado. Nadie te ve. Vuelves a ser invisible. Respira. Estás a salvo.

2#
Media tarde. Has decidido acercarte al centro. Tu librería habitual ya ha recibido el libro que encargaste. Paseas ensimismado hasta que tu mirada se encuentra con la de una mujer que despierta algo en ti, algo de índole sexual. Por un instante todo lo demás deja de existir. Te aguanta la mirada el tiempo suficiente para activar tu imaginación. “¿Me ha sonreído?”. Te la imaginas desnuda y en tu cama, escapando juntos, teniendo hijos y deudas en común. Un instante después ya es pasado inalcanzable. Nunca la volverás a ver.

3#
Media tarde. Has decidido acercarte al centro. Tu librería habitual ya ha recibido el libro que encargaste. Paseas y entonces la ves. Está buenísima. Te mira. Imaginas tu polla en su boca. Está buenísima. Desaparece.