martes, 11 de diciembre de 2012

Este naufragio

“Tanto la Antártida como Groenlandia están perdiendo hielo”, sostiene Andrew Shepherd. Automáticamente, desvío la mirada hacia mi gin tonic. Su estado, como el de los casquetes polares, empieza a ser crítico. Intento recordar si quedan cubitos en el congelador. No lo consigo y mi ansiedad crece. “La pérdida de hielo en las regiones polares”, continúa el científico británico, “repercute en la subida del nivel del mar”. Entonces tengo una visión. En ella, la sala en que nos hallamos Shepherd y yo se encuentra bajo el mar. Hay tintoreras y gambas bailando un pasodoble. Me alejo para tener una perspectiva más amplia (siempre hay que alejarse para tener una perspectiva más amplia de las cosas) y puedo ver una Mallorca parcialmente sumergida en las aguas del Mediterráneo. Solo la Serra de Tramuntana asoma sus picos. Cabras desconcertadas le balan a la luna. Pienso en la Atlántida, en lo poco que sé de aquella historia. “Acabaremos convertidos en seres mitológicos”, le digo a Shepherd. El científico parece no escucharme. Dice: “El capitalismo será ecologista o no será”. Desconocía sus dotes poéticas. ¿Proféticas? ¿Habrá leído a Nicanor Parra? ¿Y a Platón? Decido no preguntar. Apuro mi copa. Voy a la cocina en busca de hielo. Mis temores se hacen realidad: no queda. Es un drama de dimensiones míticas. Me hundo y lo peor es que la Wikipedia no recogerá este naufragio. “Tendremos que pasar a lo chupitos”, anuncio lúgubre. “No pongas esa cara, podría ser peor”, me dice Shepherd. Cómo son los británicos. 

ULTIMA HORA,11/12/12