martes, 12 de marzo de 2013

DIÁLOGO III


—¿Qué andas leyendo ahora?
—No te lo creerás, pero estoy releyendo una novela de Paul Auster.
—¿Y eso?
—Me quedé sin lectura y no puedo sacar libros de Can Sales hasta no sé qué día de abril, de ahí que recurriera a los que tengo en casa y, bueno, me decanté por Auster.
—Joder, me suena a adolescencia.
—Supongo que necesitaba reencontrarme con él. Fue muy importante en su momento, pero algunas decepciones o tal vez la madurez me lo alejaron bastante… Hasta hace dos días.
—¿Por qué novela te decantaste?
­—La habitación cerrada.
—¿Y qué tal el reencuentro?
—Feliz. Además, he creído descubrir que la novela en realidad habla de esas otras vidas que vivimos al margen de la vida que creemos verdadera, de los planos distintos en que se mueven, de los boquetes que la imaginación y la desesperación abren entre esos diferentes planos, de ahí que la emparente con La vida breve, de Juan Carlos Onetti.
—Me das miedo.
—Y te diré otra cosa. De entre todos los detectives famosos, mi favorito sigue siendo Quinn, si bien en La habitación cerrada sólo se le menciona de pasada.
­Eres un posmoderno.
—Vete a la mierda.