miércoles, 29 de agosto de 2018

Hada de Fresa


Pienso en esos canales de YouTube destinados a un público infantil de entre dos y seis años. Me estoy refiriendo a canales tipo Hada de Fresa. Hasta donde sé, podría decirse que estos canales han puesto de moda lo que podríamos denominar meta-animación. Por hacerlo breve: los creadores de las historias retransmitidas en estos canales ponen en juego todos los recursos clásicos de la ficción salvo el que podríamos presuponer el recurso básico: la inmersión ficcional. En estos canales, se prescinde totalmente del arte de hacer creer que lo que se cuenta “sucedió de verdad”. Ahí están las manos que mueven los juguetes, las voces cutremente impostadas, los cortes abruptos, mal ensamblados, etc. Que estas propuestas hayan triunfado entre el público infantil merece algún tipo de reflexión. Se me ocurre que ese no disimular, ese mostrar a las claras cómo se hace, consigue que los destinatarios de estas historias las perciban como más cercanas o posibles. Matización: más que la verosimilitud de la historia narrada, lo que aprecian los niños es la verosimilitud de la voz, es decir, del narrador. Y no lo olvidemos: si el narrador nos conquista, ya nos puede contar milongas, que las recibiremos de pie, aplaudiendo, felizmente entusiasmados.

ÚLTIMA HORA, 28/08/18