Hay aguas que es mejor no agitar. Pensar que un
gobierno autoritario es capaz de permanecer 40 años en el poder por el simple
uso de la fuerza es de ingenuos. Si zarandeas al monstruo corres el peligro de
despertarlo. La paz se construye y se mantiene, entre otras cosas, con
resignación y pragmatismo. El posibilismo no debería ser visto como renuncia,
sino como manifestación de madurez. Si te empeñas en el derribo de un monolito
del que todo el mundo había olvidado su tufo, corres el riesgo de convertirlo en
lugar de peregrinación y símbolo de resistencia contra una supuesta nueva
tiranía, das alas a los que solo entienden la convivencia desde el
enfrentamiento feroz. Nada menos efectivo para fomentar la lectura que las
campañas de fomento de la lectura. Dile a alguien que es tonto por no abrir un
libro en todo el año y empezará a alardear de su supuesta estupidez. Gestión
del día a día, asumir el mundo en que vivimos, renunciar a las lecciones de
moralidad. Que sean nuestros actos los que hablen por nosotros. El reto es
mañana, no ayer. Y el día de hoy. Manos a la obra.
ÚLTIMA HORA, 14/08/18